El Molino de Casilda envasa un aceite lleno de emociones

El Molino de Casilda es un aceite de oliva virgen extra capaz de envasar emociones. Más allá del aroma, del color y del sabor del caldo, esta marca evoca el terruño, las fatigas del campo, la capacidad de superación, la supervivencia ante la pobreza y la pasión de mejora de un hogar jiennense. Lo presentó ayer en Madrid —en la calle Hermanos Bécquer— la familia Medina Cuadros en claro homenaje a Manuel Medina y Casilda González, un matrimonio jiennense que gestó una gran familia y defendió la tradición olivarera.

“Estamos muy ilusionados con el proyecto. El Molino de Casilda es mucho más que un aceite. Transmite ilusiones y es un homenaje a mis abuelos y a miles de agricultores que se esforzaron para defender la tierra y legarnos un olivar capaz de dar productos de alta calidad”, afirma la directora del Molino de Casilda, Amelia Medina. El acto sirvió para presentar la marca, mostrar el vídeo corporativo —con la música “Andaluces de Jaén” de Pablo Ibáñez— y explicar el diseño del producto. El virgen extra se describió como un producto de primera calidad para el sector alimentario que está avalado por sus propiedades saludables, por la recomendación de su consumo y el respeto al medio ambiente en su producción. Se cultiva en la finca Monterilla, que se encuentra enclavada en la Cañada de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo en plena Sierra de las Villas. El marco de plantación es el tradicional de 9 por 9 metros. La familia Medina Cuadros es consciente de la importancia de alcanzar una agricultura sostenible, por lo que la marca apuesta por la producción integrada. Además, introduce métodos respetuosos con el medio ambiente, como el mantenimiento de la cubierta vegetal y utiliza abonos únicamente orgánicos. De hecho, una parte de la finca se encuentra en plena reconversión a cultivo ecológico.

“Molino de Casilda nace con espíritu de crecimiento, basándose en las propiedades de un producto muy nuestro, referente en el ámbito internacional”, destacó la marca durante la presentación. Manuel Medina González, fundador de Molino de Casilda; Amelia Medina Cuadros, directora general de Molino de Casilda, y Álvaro Torrellas Hurtado, productor y director creativo de la Fabrika Films, diseñador de la marca, fueron los encargados de protagonizar el acto de presentación.

Emotivas palabras. “Casilda fue mi madre. Era una mujer bondadosa y entregada a la familia, entre las paredes de su pobreza y la grandeza de su humildad. Ella me enseñó, junto con mi padre, que en la vida siempre se espera andando y hay que dar sin esperar recibir. La forma más sencilla de la felicidad”, dijo Manuel Medina González durante la presentación del aceite de oliva.

Por otro lado, Amelia Medina Cuadros explicó las razones por las que nace “Molino de Casilda”: “Surge como reconocimiento a mi familia y a todos los andaluces de Jaén que llevan cultivando y cuidando de nuestros olivos a lo largo de los años. Han sido un ejemplo de lucha, trabajo y pasión”. Asimismo, Álvaro Torrellas Hurtado refuerza la importancia de esta marca: “Al ver a Casilda lo tuve claro, ella era tierra y aceite, esta mujer tenía que ser nuestra imagen de marca”.

El vicepresidente de la Diputación y responsable del Área de Promoción y Turismo, Manuel Fernández, se desplazó hasta Madrid para brindar apoyo a esta iniciativa empresarial familiar y respaldar el nacimiento de una nueva marca de aceite de oliva de calidad. Precisamente, destacó la firme apuesta por la excelencia y por la promoción de los buenos caldos que mantiene la Administración provincial y deseó mucha suerte en esta nueva andadura. De hecho, señaló la importancia de que se pongan en marcha iniciativas que avalen la calidad de los productos y revitalicen empresarialmente la provincia. Sin duda, se trata de una marca muy profesionalizada que se nutrirá de un olivar con unos parámetros muy concretos que le hará avanzar comercialmente.