El IPC vuelve a caer, pero las familias ni lo perciben

El Índice de Precios de Consumo (IPC) vuelve a caer. De hecho, en Jaén baja un 2,2%, lo que dicta que vivir y comprar en esta tierra resulta un 0,4% más barato que hace un año. Se trata de un indicador del Instituto Nacional de Estadística que se establece con base en criterios científicos, pero surgen una pregunta: ¿Realmente, las familias jiennenses tienen la sensación de que ahora la mayoría de las cosas valen menos que antes? Seguro que la inmensa mayoría dice que no y, además, añade que sus sueldos, encima, no suben.

El IPC lleva meses dando una sensación de falsas bajadas, que se ven en los números, pero no se notan en los monederos. El desplome de los precios durante el pasado mes de enero corresponde a la caída del 17,3% en el vestido y el calzado y del 4,2% de los gastos en el hogar motivados por una cierta depreciación de la factura de la energía. Sin embargo, estos indicadores benefician un poco a las familias en materia energética y algo para los que acudan a comprar en las rebajas. En realidad, el índice corresponde a una familia teórica que seguro que difiere mucho de la jiennense.

Por ejemplo, si bien la caída del crudo tira el IPC hacia abajo, productos como patatas, fruta o pescado fresco y congelado no han hecho más que encarecerse en la provincia y, también, en el resto del país. Además, los carburantes y combustibles han caído un 9% respecto a un año antes, mientras que en estos últimos meses el petróleo ha descendido más del 40% . Y está claro que no todo es petróleo en la vida y, mucho menos, en la provincia jiennense. De hecho, los hogares tienen que comer todos los días y seguro que buena parte de ellos no coge el coche cada jornada o hace grandes distancias. [E. A.]