El hándicap laboral de la discapacidad

Los tiempos que corren no son los mejores en cuanto a materia de trabajo, pero existen personas a las que les cuenta aún más dar con uno. Tanto que incluso llevan años y años de espera sin encontrar resultado en su búsqueda. Es el caso de la gente joven y con discapacidad, sobre todo si esta es psíquica. Así, una encuesta elaborada por la Fundación Adecco revela que los afectados se sienten doblemente discriminados.

Algo que confirma Lola Hervás, vicepresidenta de la asociación Caminamos. “Que una empresa se decida por personas con discapacidad psíquica es muy difícil. Es como que no confían en que pueda desarrollar bien el trabajo. Creo que piensan que tendrán mayores problemas al incorporarse que el resto de la plantilla. Tienen muchas dudas”, afirma Hervás.

La organización a la que pertenece acoge a unas quinientas personas con discapacidad, de las cuales, expone, en torno al 80% se encuentra en edad de encontrar una ocupación laboral. Sin embargo, de este porcentaje casi el cien por cien se encuentra parado, a pesar de contar con la formación pertinente para desarrollar cualquier labor. Tareas, eso sí, adaptadas a las capacidades de los solicitantes, tal y como explica la vicepresidenta. “Trabajos que no requieren demasiada cualificación a nivel de formación. Chicos terminan la ESO e incluso un grado medio o de baja cualificación pueden hacer labores que se suelen decir que están acondicionadas o que sean rutinarios Que una vez aprendidas se repitan con frecuencia y no requieran mucha cualificación”, expone.

Casos como ordenanzas, jardineros, auxiliares administrativos, para el manejo de ordenadores o fotocopias O en el sector de la automoción, como puestos básicos de taller; o en jardinería, conserjería o en la agricultura. Hay muchas opciones”, asegura.

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