El girasol saca “tajada” del precio del aceite y consigue vender más

El consumo del oro líquido cae un 10% en España

05 ago 2017 / 11:29 H.

El aceite de oliva está cediendo terreno con respecto al del girasol. Los productores de esta grasa de semilla están sabiendo sacar tajada del alto precio del oro líquido y están recuperando cuota de mercado. Esa es la tendencia que se observa con los datos elaborados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), facilitados por el Ministerio de Agricultura. El consumo del aceite de oliva en los hogares españoles ha caído un diez por ciento de los últimos nueve meses.

Las ventas nacionales han caído en casi 40.000 toneladas con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. En la campaña 2015/2016, se habían destinado a los mercados nacionales 402.000 toneladas. En esta campaña, se han comercializado 362.000. Por ese considerable “agujero” se ha colado el girasol, que ha logrado aumentar sus ventas en España en más de 20.000 toneladas.

Desde luego, las razones de este comportamiento de los mercados se encuentran básicamente en la evolución de los precios del aceite de oliva, que en los últimos meses ha registrado fuertes subidas hasta situarse en origen por encima de los cuatro euros por kilo para un virgen extra. En la actualidad, los precios se han estabilizado en torno a los 3,7 euros por litro. La bajada del consumo interior se atribuye a una contención de la compra. Los consumidores no están acostumbrados a adquirir el “oro líquido” en los supermercados por encima de los cuatro euros y medio. Esto ha originado que algunos le den más usos al producto antes de cambiarlo y que otros, directamente, hayan buscado grasas más baratas, como el girasol. Dos conductas que, sin lugar a dudas, han originado una bajada de las ventas en España.

De momento, el bocado que ha conseguido dar el aceite de girasol en la cuota de mercado del aove es pequeño, aunque las fuentes consultadas temen que puede aumentar. Las tensiones en los precios también se viven entre los que producen el aceite y lo ponen en el mercado; y los que lo compran, lo embotellan y lo comercializan en los supermercados. Cuando se les pregunta a los envasadores afirman que el descenso del consumo podría ser todavía mayor y superar ese nueve por ciento. Por su parte, los productores tienen claro que los precios deben mantenerse tal y como están en la actualidad. Así lo explicó, por ejemplo, la Unión de Pequeños Agricultores: “La realidad es que 3,8 euros por kilo es un precio que le permite al agricultor cubrir sus costes de producción y obtener un margen de beneficios, a diferencia de lo que ocurría años atrás, en lo que los olivareros percibían precios por debajo de lo que costaba producir y que ha abocado a la quiebra a muchas explotaciones”, sostiene, en un comunicado, esta organización agraria. UPA atribuye la actual cotización a la ley de la oferta y la demanda, es decir, que responde a la escasez de existencias y al temor a una baja cosecha, como consecuencia de la pertinaz sequía.

Por el momento, esta tendencia de consumo tampoco está afectando mucho a los olivareros. Hay que tener en cuenta que el producto se paga bien y las salidas de las almazaras continúan a un ritmo excelente, por lo que a las fábricas de “oro líquido” todavía no les duele la caída de consumo interior. Además, si se abre la lupa, se puede ver que el zumo de aceituna se vende menos en España, pero mucho más en el resto del mundo y con bueno precios. Las exportaciones mantienen su línea de crecimiento, a pesar de la subida de las cotizaciones, con un incremento superior al 11 por ciento. En los nueve primeros meses del año se han situado en 730.000 toneladas, frente a las 625.000 del mismo periodo de la campaña anterior, aunque lejos del récord de la 2012/2013, cuando se logró exportar 1,1 millones de toneladas.

El sector ya tiene sus ojos puestos en la próxima cosecha y, sobre todo, en el cielo. La falta de precipitaciones amenaza la producción. Si no llueve pronto, volverán a generarse tensiones y el aceite de oliva corre el riesgo de perder más cuota de mercado. Los próximos meses, por lo tanto, serán cruciales.

Los detalles

estable. El aceite de oliva virgen extra superó los cuatro euros en origen hace unos meses. En los últimos treinta días, su cotización se ha ajustado y se mantiene estabilizada en torno a los 3,7 euros por litro. Un precio que los productores consideran razonable.

ventas. Desde octubre de 2016 hasta junio de 2017, se han vendido 362.000 toneladas de aceite de oliva virgen en el mercado nacional. En el mismo periodo del ejercicio anterior, las salidas de mercancía ascendieron a 402.000. Es decir, se ha producido un descenso del consumo de una 40.00 toneladas.

tensiones. Los productores confían en que el precio se regulará cuando exista una cosecha suficiente y se recuperarán los consumidores que optaron por el girasol, simplemente, porque saben que el aceite de oliva se muestra como un producto que resulta mucho más saludable. En cambio, otros —comerciales, embotelladores, industriales y envasadores— mantienen
sus dudas.