El Ayuntamiento suspende las conversaciones sobre el tranvía

La Junta lamenta que la Administración local tome “una medida unilateral”

26 ene 2018 / 08:52 H.

El Ayuntamiento de Jaén “ha suspendido unilateralmente y sin fecha” las negociaciones y trabajos técnicos que, de forma conjunta, realizaban esta Administración y la Junta de Andalucía para la próxima reactivación del tranvía de la ciudad. Según Europa Press, que cita fuentes de la Consejería de Fomento y Vivienda, el Gobierno local, que preside Javier Márquez, comunicó al autonómico la decisión de no seguir adelante por el momento con las tareas y reuniones que los grupos de trabajo desarrollan desde haces meses con la participación de representantes de las dos administraciones. Por ello, queda suspendida la próxima mesa de trabajo, convocada para el día 31, con el objetivo de “seguir avanzando en estas labores para la puesta en servicio” de este sistema de transporte, que funcionó solo en pruebas, a pesar de que está listo para su funcionamiento en 2011. En la Consejería que dirige Felipe López, explican, se acogió con “sorpresa y desagrado” esta decisión a pesar de que, sostienen, “las negociaciones ya se encuentran muy avanzadas para la puesta en marcha de este transporte ferroviario tan necesario y demandado por la ciudad”. De hecho, ya estaba cerrada la evaluación de los costes y trabajos necesarios que son precisos para reparar la infraestructura, después de siete años sin uso, y también el estudio para calcular y financiar el déficit de explotación. Hay que tener en cuenta que, desde el 16 de noviembre, está sobre la mesa el ofrecimiento de la Junta y la Diputación, incorporada a las negociaciones a última hora, para asumir hasta un 60% de las pérdidas, un 40% sufragado por el Gobierno andaluz y un 20% la Administración provincial.

Igualmente, estas comisiones técnicas ya tenían “muy avanzada” también la elaboración del convenio necesario que debían firmar las tres administraciones para la puesta en servicio del tranvía, del que ya existe incluso un borrador.

Después de unos días de entendimiento entre todos los implicados en reactivar el tren ligero, a mediados de diciembre, el ambiente comenzó a enrarecerse. El 18 de diciembre, cuando el consejero Felipe López explicaba en la ciudad las bondades del medio de transporte a empresarios y a los consejos económico y sociales local y provincial y se mostraba convencido de que echaría a andar, de nuevo, el próximo verano, fecha que también dio el alcalde, el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que advertía que cualquier conversación sobre este asunto pasa por que la Junta de Andalucía salde la deuda por el sistema tranviario y que no sea gravoso para los jiennenses. Se refiere el Gobierno local a un exceso en el pago a la Administración andaluza por los equipos móviles del sistema y el 50% de la dirección de obra, una suma que está, conforme a los cálculos municipales, entre 4 y 6 millones de euros. Para concretar la devolución, el máximo responsable municipal solicitó una reunión con la Consejería de Hacienda, aún no mantenida. El pasado 12 de enero, López negó la existencia de la deuda y, de hecho, dijo que si alguien debía dinero a cuenta del tranvía era el Ayuntamiento a la Junta. “Si eso se quiere usar como pretexto y coartada para seguir dilatando la puesta en marcha del tranvía, se llama filibusterismo político”, razonó, dispuesto, eso sí, a sentarse, a negociar con el alcalde.

Dudas sobre el patrocinio de la Diputación

El alcalde, Javier Márquez, fue el primero que explicó que no estaba del todo conforme con la fórmula planteada por la Diputación, para asumir parte del déficit, que consiste en patrocinar el tren ligero con la marca “Jaén, paraíso interior”. El presidente de la Administración provincial, Francisco Reyes, insistió en que la oferta, innegociable, era en esos términos.

Presiones del exalcalde y parte del PP

En el PSOE se sostiene que la falta de entendimiento con el Gobierno local, del PP, para poner en marcha el tranvía no tiene una explicación técnica ni económica, sino que responde a intereses políticos, movidos por el exalcalde, José Enrique Fernández de Moya, y una parte del equipo de dirige el regidor Javier Márquez, que le impide a este llegar a un compromiso con la Junta.