El agua de la capital es la más “barata” de la región

Jaén es la capital con la tarifa de agua más baja de toda Andalucía. Así lo asegura la empresa Aqualia, que indica que un estudio elaborado por la federación de consumidores Facua en 28 ciudades españolas revela que Jaén resulta la más “barata”. Además, según la compañía, si se consideran solo los conceptos propios del ciclo integral, sin incluir cánones, el informe sitúa 19 ciudades por encima de esta en precio. Así, ordenadas de menor a mayor, Jaén es la novena más económica de todas las estudiadas, con un valor de 11,97 euros por consumo de 10 metros cúbicos con contador individual de 13 milímetros. El informe muestra que los valores de abastecimiento y saneamiento en Jaén no han experimentado cambios entre 2014, año en que se actualizaron estas tarifas, y 2015. Como expresa la compañía en un comunicado, los incrementos registrados se deben, por un lado, al canon autonómico de la Junta de Andalucía, lo que sube en un 25% en la cuota variable, y al de mejora de Jaén que se actualizó en un 4,2%.

Aqualia —que presta el servicio municipal de aguas en Jaén desde julio de 1997 y opera en la provincia desde 1972— subraya que, en el mismo estudio, la Facua aboga por “tener en cuenta el carácter de derecho humano del agua y que se regule para que no haya cortes”. En este sentido, la empresa responde que lleva a cabo una serie de iniciativas en favor de colectivos en riesgo de exclusión. De esta manera, subraya que llevó a cabo, en 2015, ampliaciones en el plazo de abono en 850 casos y que mantiene 250 planes de pago activos, con más de 100.000 euros aplazados. Asimismo resalta que atendió cerca de 270 casos en coordinación con agentes sociales como Cruz Roja, Cáritas o los servicios sociales municipales, entre otras iniciativas emprendidas por la compañía ante casos con dificultades económicas temporales. En este sentido se realizan estudios personalizados para cada caso y se llega a acuerdos a medida de las necesidades. No obstante, el gerente de Aqualia en Jaén, Juan Carlos Piñar, asevera: “En nuestra condición de servidores de un servicio público, no podemos condonar deudas ni ofrecer este servicio sin costes, pues realizaríamos una negligente gestión de un bien público como es el servicio de suministro de agua”.