Dudas sobre la propiedad de Los Cañones demoran la obra

La situación en la que se encuentra ese “paraje excepcional” que son Los Cañones del río Frío clama al cielo, pero no ahora. Hace años que acusa un deterioro —indignante para muchos ciudadanos y organizaciones ecologistas— en el que tiene tanta responsabilidad, o más, que el paso del tiempo la mano del hombre; el vandalismo y la falta de respeto hacia la naturaleza. Pero la intervención que el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) prometieron en periodo electoral, en mayo de 2015, sigue demorándose. Reservado el dinero que la Administración local deberá pagar por las expropiaciones (14.000 euros por la enajenación de 8.000 metros cuadrados), el motivo que la demora es la titularidad de los terrenos. El equipo de Gobierno local no tiene claro de quién o quiénes son sus propietarios y, aunque solicitó información a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), para despejar la incógnita, la respuesta de esta no ha sido de ayuda.

El inicio del proceso expropiatorio comenzó con el acuerdo plenario del 28 de octubre de 2016. Un mes después, concretamente, el 23 de noviembre, en un edicto de Alcaldía, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), se informaba de que las personas que estuvieran interesadas en realizar observaciones o reclamaciones al proyecto de expropiación dispondrían de un mes para hacerlo. Ese era el periodo de exposición pública del expediente, en las dependencias de la Gerencia de Urbanismo.

Concluido el plazo y contra los pronósticos previos, que aventuraban la existencia de varios propietarios, una señora presentó una alegación asegurando que es la propietaria principal de los terrenos, explicó el alcalde, Javier Márquez, a preguntas de los periodistas en el transcurso de una rueda de prensa. El problema es que no acompañaba la afirmación de título de propiedad alguna y, según pudo saber este periódico, en el Registro de la Propiedad, el terreno está a nombre de la Confederación. Para dilucidar la verdad, el Ayuntamiento pidió, entonces, auxilio a la CHG. Pero la respuesta de la Confederación no aclara nada. Ni resuelve si es propiedad suya, ni si la propietaria es la mujer que asegura serlo, por lo que, según indicaron a este periódico, la entidad local tiene previsto realizar un segundo requerimiento a la CHG. La importancia de resolver este entuerto reside en que se pueden dañar derechos adquiridos y hay dinero público de por medio destinado al pago de unas expropiaciones.