De una gasolinera abandonada a un espacio para crear cultura

“La Unión” reclama un nuevo uso para los terrenos de la Plaza del Zodiaco

06 jun 2018 / 08:51 H.

La fuga de ocho mil litros de combustible, el 27 de enero de 1994, y el temor a que ocurriera una auténtica desgracia, supuso el cierre fulminante de la gasolinera de la Plaza del Zodiaco, al principio de la Avenida de Santa María del Valle. La clausura, en aras a salvaguardar la integridad de los vecinos, implicó que el Ayuntamiento contrajera la obligación de indemnizar a los propietarios y, con el cambio del Plan General de Ordenación Urbana, el suelo quedó clasificado como residencial. Pero, a meses de que este capítulo sin terminar de la historia de las cicatrices urbanísticas de la capital cumpla su primer cuatro de siglo, las instalaciones del antiguo surtidor son, sobre todo, un solar en el que se acumula la suciedad. El presidente de la Asociación de Vecinos La Unión, Cristóbal Martínez, tiene un plan para revertir esta situación. A juicio del colectivo que preside, este gran espacio, debería de tener un uso cultural, convertirse en un escenario que esté a disposición de los artistas, sobre todo, los jóvenes.

La ciudad, en general, y su barrio, en particular, en opinión del máximo responsable de “La Unión” está falto de lugares de este tipo. El espejo en el que se mira Cristóbal Martínez es el auditorio de La Alameda y, en esta plaza de El Valle, se podría crear algo parecido, en sus palabras, “con una mínima inversión”. Aunque todavía no hay una solicitud formal para poner en marcha este proyecto, el presidente de la asociación ya lo trasladó a los responsables de las concejalías de Participación Ciudadana, Manuel Heras, y Mantenimiento Urbano, Juan José Jódar.

En el barrio saben que la gasolinera, casi desde el momento exacto de su clausura, es un quebradero de cabeza para los distintos gobiernos de la capital. La sentencia por la expropiación de la gasolinera fue una de las resoluciones judiciales más antiguas a las que el Ayuntamiento hizo frente, en 2015, con la liquidez que ingresó gracias al Fondo de Financiación habilitado por el Ministerio de Hacienda. El fallo judicial se remonta al mandato del socialista José María de la Torre. Posteriormente, con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se dio vía libre a que la parcela tuviera uso residencial, por lo que habría que modificar el documento urbanístico para dar vía libre a este tipo de usos, algo que no es una quimera, al menos, así lo creen en la asociación.

Si se atiende esta demanda, habrá un motivo de satisfacción para el barrio en el que, tal y como denuncia el colectivo, es necesario que se incremente la limpieza y otros servicios básicos, que presta la Administración local, tal y como denuncian, de forma manifiestamente mejorable.

un amasijo de hierros y un lugar para aparcar

De la estación de servicio, rodeada de bloques de viviendas, nada queda. Solo los hierros de la estructura hacen intuir que allí hubo un surtidor. Actualmente, en la parcela se acumula la basura y las alimañas. En cuanto al espacio que rodea el malogrado negocio, se usa como gran aparcamiento para los residentes en esta parte de El Valle.