Cucarachas que campan a sus anchas en la Alcantarilla

Vecinos denuncian que los insectos provienen de un solar sucio

12 jul 2018 / 08:15 H.

Cerca de la Plaza de San Félix, en la calle Josefa Segovia, existe un solar abandonado. En ese terreno, tal y como explica una vecina, comenzaron a a acumularse toneladas de basura que son, como denuncia, un auténtico problema de salubridad para los residentes. Hace un par de meses, tal y como recuerda esta ciudadana, se procedió a la limpieza y cerramiento para evitar que volviera a suceder, agradece la jiennense, que lamenta que el problema vuelve con el calor. “Han aparecido miles de estos insectos que salen de este solar todas las noches, se pueden ver por los alrededores, subiendo por las fachadas y metiéndose en las casas”, lamenta. El problema de los ortópteros no es algo nuevo y, de hecho, en el último pleno de la Corporación Municipal, el concejal socialista Rafael Latorre sacó este asunto a colación en el turno de ruegos y preguntas. Sobre la marcha, la concejal delegada de Sanidad, Mercados Municipales, Comercio, Consumo y Cementerios, Yolanda Pedrosa, contestó que, cada tres meses, la Administración local programa tratamientos de desinsectación y se marcan las tragonas para que quede claro en las zonas en las que se interviene. No obstante, reconoció el problema de controlar a estas plagas ya que la cucaracha americana, que es la que trae por la calle de la amargura a los vecinos de Josefa Segovia y a otros barrios de la capital, vuela, lo que complica su erradicación. Y es que este problema no entienden de barrios, porque a estas cucarachas del barrio de la Alcantarilla, hay que sumar el entorno de Millán de Priego, donde existe un foco de ratas en la calle Sedeño, como lamentan los vecinos.

En el recorrido por el casco histórico, el presidente de “Torre del Concejo”, Francisco Jesús Castro Liébanas, lamenta que la presencia de los indeseados vecinos es “un clásico”, que da una terrible imagen del Jaén antiguo. En El Tomillo, a los pies del castillo de Santa Catalina, tampoco se libran, debido, en gran medida, como denuncian en el barrio, al abandono de algunos jardines y que también apelan al civismo. En Santa Isabel, también se critica que haya ratas y cucarachas por allí, en un zona de la capital que está entre la manzana central y el Gran Eje. En algunos residenciales, las propias comunidades tienen que asumir los tratamientos de desratización. En el Polígono de El Valle, donde se calcula que hay una población de más de diez mil vecinos, no son ajenos a la presencia de los molestos animales, asociados a las enfermedades, como confirman los presidentes de las asociaciones, incluidas las pulgas. Incluso en La Manseguilla tienen que lamentar a los indeseables mamíferos y a los insectos. La presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales Objetivos Comunes, Josefa Alcántara, presentó, a finales del año pasado, al Ayuntamiento un listado con unas sesenta calles en las que hay presencia de alimañas.

En estos problemas de insalubridad, las asociaciones y ciudadanos también entonan el “mea culpa”, al entender que también es preciso que los ciudadanos sean más cívicos y, por ejemplo, respeten los horarios para depositar la basura. Con la llegada del calor, el Ayuntamiento impuso sanciones, en la zona centro, por depositar la basura fuera de hora y, habitualmente, la Administración local pone en marcha un plan para el control de alimañas en las calles.

Menos contenedores y más alejados de las viviendas en Puente Tablas

Vecinos del barrio de Puente Tablas explican que, desde hace años, la recogida de basura se efectúa, puerta a puerta, a través de los contenedores que cada vecino coloca en las calles. Este método es el que se aplica en muchos barrios horizontales, que por sus características requieren de un servicio de recogida cercano a sus viviendas, de forma similar a los que hay en la ciudad y que corresponden a viviendas en vertical. Ciudadanos explican que, sin previo aviso, se suprimió este método. “En este barrio se pagan los impuestos de forma similar a cualquier vivienda de Jaén y también se paga un Impuestos de Bienes Inmuebles muy superior a los que se abonan en el casco urbano, debido a la superficie de parcela y de las viviendas, por lo que tenemos los mismos derechos que cualquier vecino de Jaén”, reflexiona una jiennense que aclara que, en este momento, hay instalados unos contenedores que distan en la mayoría de los casos a 200 y 300 metros de un gran número de casas, lo que hay que multiplicar por dos, para ir a tirar la basura. “En este barrio, hay muchas familias formadas por personas mayores, que viven solas y a las que les resulta inviable andar con la basura 600 metros”, denuncian.