Condenado por asaltar a una menor en la calle para besarla

El hombre, un vecino de Marmolejo, admite su culpa por un delito de abusos

11 oct 2016 / 11:19 H.

Un vecino de Marmolejo, de 43 años, aceptó ayer una condena de dos años de cárcel por un delito de abusos sexuales que cometió sobre su vecina, una adolescente de tan solo 15 años. El hombre, Mario V. P., admitió ante los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia que persiguió a la chica por la calle y, cuando consiguió darle alcance, comenzó a besarla y manosearla “con evidente ánimo libidinoso”.

Los hechos ocurrieron en la noche del 28 de octubre de 2015, en las cercanías de la casa en la que reside el procesado. La adolescente pasaba por la zona porque iba a ver a un familiar que reside cerca. En un momento dado, se cruzó con Mario V. P. que, inicialmente, no le dijo nada. Sin embargo comenzó a perseguirla poco después, cuando ella ya le llevaba 50 metros de ventaja. Y aceleró el paso. “Una vez que llegó a su altura, la paró en la esquina, la cogió del brazo y la llevó hasta el interior de una calle. Allí, con evidente ánimo libidinoso y sin el consentimiento de la menor, comenzó a tocarle el pelo, la besó en la cara y en el cuello, al tiempo que le decía que la iba a hacer una reina”, describe, de forma textual, el escrito de calificación de la Fiscalía, que ayer se convirtió en hechos probados de la sentencia tras la conformidad mostrada por el acusado. Mario V. P. preguntó a la adolescente si nunca había besado a un hombre mayor y que si iba a volver sola o con su madre.

Finalmente, la joven consiguió salir corriendo y escapar del lugar. Poco después, contó lo ocurrido a su familia, que interpuso la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Marmolejo. Los agentes detuvieron a Mario V. P. al día siguiente. Tras ser puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Andújar, quedó en libertad con cargos, a la espera de juicio.

En la primera declaración, la que prestó ante el juez poco después de su arresto, el acusado rechazó haber manoseado a la chica. Reconoció que se dirigió a ella para hacerle saber que tenía unas ropas pertenecientes a su hermano pequeño, pero negó, en todo momento, haberse acercado siquiera a ella. Para justificar la denuncia, relató a su señoría que la madre de la menor tiene animadversión hacia él desde hace tiempo y que es la única explicación que le encuentra. Sin embargo, ayer, se declaró culpable. La Fiscalía le ofreció un trato: rebajar de dos años y medio a dos años de cárcel la condena. Y Mario V. P. no se lo pensó. Entró en la sala de vistas de la Audiencia y decidió no jugársela. Cuando el presidente del tribunal, el magistrado Pío Aguirre Zamorano, le informó del acuerdo que su letrado había alcanzado con la Fiscalía, este marmolejeño respondió que estaba conforme. Reconoció los hechos y aceptó la condena, por lo que no fue necesario celebrar el juicio. De este modo, por el momento, Mario V. P. se libra de entrar en prisión. Eso sí, no podrá volver a cometer un delito en los próximos años. Tampoco podrá acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante tres años. La sentencia ya es firme.