Chicote conoce la “pesadilla” en las cocinas del hospital

Un grupo de personas que soñaba con cambiar una sanidad, que veía cómo se deterioraba “con la excusa” de la crisis comenzaron, hace dos años, pequeñas reuniones que, unos meses después y de manera espontánea, dieron lugar a la Plataforma por la Sanidad Pública y de Calidad de Jaén, la conocida como Marea del Cucharón. Hartos de ver cómo cada vez recortaban más la calidad de lo que cocinaban, se revelaron ante el anuncio del cierre de la cocina del Neveral, y ahí comenzaron las concentraciones de los jueves.

“Esta semana hemos vuelto a los orígenes, puesto que tras dos años de trabajo con el nuevo proveedor de alimentos, la multinacional Mediterránea de Catering, se puede comprobar que la calidad de los productos y alimentos que ofrecen ha bajado de forma considerable”, manifestó el portavoz del colectivo que, además, destacó la gran respuesta a la protesta, en la que también se dieron cita el diputado por Jaén de Unidos Podemos; el portavoz de Jaén en Común Manuel Montejo, o el coordinador provincial de Podemos en Jaén, Lucas Martínez.

Pero, sin duda, la presencia más curiosa fue la del televisivo chef Alberto Chicote que, según explican desde el colectivo, se interesó por la situación en la que se encuentran las cocinas del hospital tras la privatización del servicio y apoyó al colectivo concentrado a las puertas del Hospital Médico Quirúrgico de Jaén en una reivindicación que consideró justa.

“Llevamos más de 200 denuncias sobre el déficit en la calidad de los alimentos y la cantidad, y las devoluciones de partidas de carne, pescado, frutas y patatas es continua. Partimos de la base del análisis de que con 5,3 euros come un paciente durante todo el día, por lo que, ¿qué les están dando? Alimentos de pésima calidad y nutricionalmente bajos”, aseguró Andrés Gómez. Por contra, como ya denunciaron en más de una ocasión, el SAS paga por el transporte de los alimentos, cuyo coste anual sería de 5.000 euros, más de 63.000. Pero esta situación no solo redunda en los pacientes y en los trabajadores, que en muchos casos sufren de estrés debido a los continuos retrasos y la retirada de partidas en mal estado, sino que también lo hace en la economía local: “Antes de que llegara el proveedor único de alimentos, todos los artículos necesarios para la elaboración de los menús se compraban en Jaén, con lo que el entramado empresarial ha perdido 7 millones de euros”.

De esta forma, la plataforma dejó de nuevo clara su postura, exigió responsabilidades y demostró que una gestión pública no es más cara que la privada. “En estos dos años no hemos realizado ninguna reivindicación salarial o profesional. Solo por la sanidad pública”, concluyó Gómez.