Caridad y Salud se queda en su templo entre lágrimas y lluvia
Las inclemencias del tiempo no dejaban salir al Señor de Las Fuentezuelas por primera vez
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La mañana en el barrio Azahar se abría para recibir a todos los cofrades y pueblo en general, que año tras año peregrinan al punto más lejano de la ciudad jaenera para contemplar a una de las hermandades más jóvenes de la nómina de la Agrupación de Cofradías: Hermandad de Jesús de la Caridad ante Caifás y María Santísima de la Salud y San Eufrasio. Su Junta de Gobierno anunciaba una decisión que, en palabras de su hermano mayor, Javier Molina, ya se sopesaba desde hacía varios días debido a los partes meteorológicos. Era de destacar el estreno de los dos soldados romanos del imaginero sevillano Miguel Cordero Romero, presentados en el tramo final de la Cuaresma y que, junto con Caifás, conforman un misterio que coge forma paso a paso, sin pausa, pero tampoco con prisa. Tras comunicar a los hermanos la decisión de no realizar procesión por la ciudad, se realizaba una pequeña “chicotá” hasta el dintel de la puerta. A lo largo de la tarde, cientos de personas se agolpaban en la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia para transmitir a sus hermanos la cercanía del pueblo de Jaén. Tal y como destacaba el hermano mayor en declaraciones a Diario JAÉN, es la primera vez que Caridad y Salud se queda en la iglesia por causas meteorológicas.