Cárcel para los siete de “Las Vegas”

La Audiencia impone condenas mínimas a un grupo de narcos que movía cocaína a lo grande

24 ene 2017 / 11:55 H.

Castigos que van de los veintidós meses a los tres años de prisión y multas que suman casi 470.000 euros. Esa es la pena impuesta por la Audiencia a los siete condenados por la denominada operación “Las Vegas”. En esa investigación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, se dio por desarticulada una banda de narcotraficantes que movía droga a lo grande. De hecho, los agentes se incautaron de un kilo de cocaína y lograron cerrar un laboratorio clandestino, ubicado en el Pilar de la Dehesa, donde se manipulaba la mercancía. Los procesados lograron demostrar ante el tribunal que cometieron los hechos debido a su dependencia a las sustancias estupefacientes, lo que les valió una significativa rebaja de lo solicitado inicialmente por la Fiscalía.

Los operación “Las Vegas”, bautizada así por ser el nombre del bar que dirigía una de los condenados en la capital, explotó en febrero de 2016. Desde varios meses antes, la Guardia Civil y la Policía Nacional seguían los pasos de Odílmer B. G. y Diego C. G., dos hermanastros colombianos, considerados los cabecillas del grupo. Ambos fueron condenados en 2012 por tráfico de drogas. Sin embargo, lejos de rehabilitarse, habían vuelto a las andadas. Diego llevaba las riendas del negocio en Jaén, mientras que Odílmer se había establecido en Arroyomolinos (Madrid). Movían importantes cantidades de cocaína, tal y como quedó reflejado en las investigaciones policiales. El 8 de febrero, los hermanastros organizaron un envío de 150 gramos de “farlopa”, que la banda quería hacer llegar a diversos “clientes” como muestra de la calidad del producto.

El porte lo hizo otro colombiano, José Abelardo C. M. Llevaba la mercancía oculta en un habitáculo construido junto al pedal del acelerador de su coche. Los agentes ya lo estaban esperando en Jaén. Fue detenido. Poco después llegaron varios registros, en los que los agentes encontraron un kilo de cocaína y una prensa hidráulica. Además de los hermanastros y la “mula”, también fueron detenidos la esposa de uno de los cabecillas, el “mecánico” que acondicionaba el coche, el jiennense que les cedió la nave del “Pilar de la Dehesa” y otro vecino de la capital que se encargaba de “menudear”.

Los dos supuestos cabecillas y el “fabricante” de vehículos ya cuentan con antecedentes penales. Por ello, aceptaron una condena de tres años de cárcel cada uno —la Fiscalía había solicitado seis—. Los otros cuatro implicados también se declararon autores de un delito contra la salud pública: su castigo fue de un año y diez meses de cárcel, por lo que, en principio, no tendrán que ingresar en prisión.

Uno a uno, los siete de “Las Vegas” admitieron su culpabilidad ante el tribunal de la Sección Tercera, que dictó la sentencia “in voce”. De este modo, se cierra el proceso judicial por una de las operaciones antidroga más importantes de las desarrolladas en la provincia en los últimos años.

Y es que los hermanastros colombianos habían logrado reconstruir un negocio que ya les fue “segado” en 2011 por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Ambos fueron condenados por la propia Audiencia de Jaén en el marco de la denominada operación “Alamillo”. Entonces, la Policía les incautó 600 gramos de “farlopa” y 340 gramos de fenatecina, una sustancia empleada para “engordar” la droga y, de paso, las ganancias de los narcos. Se trata de un medicamento prohibido en España por su alta toxicidad. La organización contaba con un bar que les servía de tapadera y con un coche tuneado, en el que habían desmontado el airbag para construir un habitáculo que servía para ocultar la mercancía. Ahora, Odílmer y Diego permanecerán una buena temporada entre rejas.