Caja Rural termina el pago del gran agujero de Uteco

La entidad abona 80 millones de euros sin ningún tipo de ayuda

01 dic 2016 / 12:02 H.

Alos jóvenes, tal vez, les suene algo el nombre. En cambio, los agricultores con más edad seguro que se acuerdan. En septiembre de 1982 se desató la crisis de Uteco —la Cooperativa Provincial del Campo de Jaén— y de la Cooperativa Provincial Agrícola de Jaén (CPA), que arrastró a Caja Rural de Jaén. Uteco compraba el aceite de los olivareros en un ejercicio de concentración de la oferta para venderlo al mercado. Sin embargo, el problema se dio en que pagaba más al agricultor que lo que luego conseguía en el mercado. No obstante, aguantó un tiempo en esta espiral gracias a los créditos de Caja Rural de Jaén. Pero, en septiembre de 1982, estalló. El Banco de España intervino la entidad. Empleados de entonces cuentan que venían furgones llenos de dinero desde Madrid para atender a miles de jiennenses, que acudían para sacar su dinero porque temían perderlo.

Ahora, 34 años después, Caja Rural de Jaén cierra para siempre el episodio de Uteco. El próximo lunes —5 de diciembre—, la entidad de crédito jiennense habrá pagado hasta la última “peseta” que entonces le prestaron y un depósito cambiará de naturaleza para ser totalmente disponible. Sin embargo, le ha costado sudor, esfuerzo y un amplio trabajo para conseguir una enorme estabilidad financiera para hacer frente a los pagos. Caja Rural cancela su deuda con el Estado sin ningún tipo de ayuda financiera por parte de las administraciones, es decir, el “agujero” de Uteco se ha conseguido abonar “a pulmón” gracias al buen trabajo de sus gestores y, sobre todo, a la confianza de la gente en este tiempo. Le ha costado 80.053.470 euros, por lo que no duda en aseverar que el próximo 5 de diciembre será un día feliz.

La crisis surgió por la excesiva concentración de riesgo en Uteco y la Cooperativa Provincial Agrícola, ya que antes no existían los controles y las auditorías que ahora hay en las entidades. La ley 12/1984 de 25 de abril determinó que Caja Rural de Jaén tenía que hacer frente al saneamiento financiero de las dos, lo que supuso 77.537.000 euros. En 1987 se atendieron 7.278.000, mientras que, desde 1984 hasta 1991, se consiguieron abonar 15.380.000 con el rendimiento calculado al 15% de un depósito indisponible de 12.817.000 contratado con el antiguo Banco de Crédito Agrícola —hoy es el BBVA—. Sin embargo, las variaciones del mercado obligaron a firmar un nuevo convenio entre el Estado y Caja Rural de Jaén. El próximo 5 de diciembre, la cooperativa de crédito de los jiennenses habrá abonado hasta el último céntimo, mientras que Uteco y la Cooperativa Provincial Agrícola (CPA) ya solo son parte de la historia. Precisamente, el último vestigio material de estas sociedades se encuentra en la antigua carretera que va hacia Las Infantas. Una de sus naves después albergó Cárnicas Molina y Primayor, que también acabó por echar el cierre. Según ha podido saber Diario JAÉN, el director general, Enrique Acisclo, informó en el último consejo rector de la cancelación de toda la deuda. Les dijo que es gracias a la buena marcha de la cooperativa de crédito, la solvencia de la entidad y la confianza de los jiennenses. Si no hubiera sido por esto, Caja Rural habría “muerto”. En cambio, hoy se muestra como una entidad fuerte y líder en Jaén.

Cristóbal Montoro firmó el último acuerdo en 1997
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Cristóbal Montoro —hoy ministro de Hacienda— entonces era secretario de Estado de Economía del Gobierno presidido por José María Aznar. El 5 de diciembre de 1997 viajó hasta Jaén para firmar un convenio transacional entre Caja Rural de Jaén y la Administración General del Estado. Estableció un nuevo calendario para la atención de la deuda, de tal forma que en el momento de la firma se hicieron efectivos 25.261.000 y 3.005.000. Entre 1998 y 2002, se ingresaron 7.212.000, atendidos con el 40% del excedente disponible de la entidad, una vez aprobadas las cuentas anuales por la asamblea de socios. Lo restantes 21.917.070 eran los intereses del depósito indisponible durante veinte años (1996-2016), calculados al 9%. El próximo lunes, habrá concluido este periodo, por lo que la deuda estará totalmente abonada.

REnovación en los altos cargos

Cambios. La crisis de Uteco generó cambios en los altos cargos. Domingo Solís dejó de ser presidente y Ricardo Cruz, el director general. Álvaro López Guerrero era miembro del consejo de la Caja de Ahorros Provincial y relevó a Domingo Solís. Entonces, se llevó con él a Enrique Acisclo porque consideró que era el más capacitado para remontar la situación. Álvaro López después dimitió y, en 1985, García-Lomas ocupó la presidencia.