“Retomaremos las negociaciones”

—¿Cómo lleva el confinamiento?

—Imagino que como la gran mayoría de jiennenses, con resignación e intentando adaptarnos a esta nueva situación para la que nos estábamos preparados. Para ajustarnos nos apoyamos en las tecnologías, mediante las cuales estamos repartiendo las tareas.

—Representa a uno de los sectores más importante de la provincia, el del aceite de oliva, a través de Interóleo. ¿Cuáles son los principales problemas que le trasladan los agricultores?

—Teníamos un problema anterior a la pandemia, la situación de los precios. En este nuevo escenario hay mucha incertidumbre y dudas sobre si pueden trabajar. A todos ellos les trasladamos que sí pueden, pues somos parte del sector esencial, pero con una serie de restricciones.

—Por tanto, ¿un agricultor puede ir a su parcela para realizar sus labores?

—Sí, aunque deben ser tareas justificadas, de mantenimiento. También debe demostrar que es agricultor y no puede ir acompañado de más de una persona.

—¿Se produce aceite en la actualidad?

—Se sigue vendiendo aceite. La verdad es que hemos aparcado la situación de los precios para poder responder a la demanda de aceite envasado y a granel por parte de los envasadores tras el incremento de la venta, de más de un 65 por ciento de una semana a otra, aunque ya se está relentizando. También es cierto que se paralizó la venta al sector de la hostelería. Por tanto, podríamos decir que ha habido un cambio de cliente.

—¿Han parado las almazaras?

—Se trata de una paralización normal de la época. La cooperativas se dedican a vender aceite a granel y ahora tienen unos servicios mínimos. En el caso de oficinas se intenta atender de forma telemática, pero como la PAC se ha atrasado no tenemos urgencias.

—¿Cómo está el precio?

—Desgraciadamente, se mantiene igual que antes de la pandemia. Podemos hablar de 1,80 en lampante y unos 2,40 el Virgen Extra. Hablamos de un precio que no costea los costes de producción. Tras lo sucedido con el Covid-19 no se ha podido seguir con las reivindicaciones del sector, pero una vez que se impongan la normalidad habrá que volver a llegar a un consenso entre las administraciones y los productores.

—¿Cómo será la próxima cosecha tras las últimas lluvias?

—Las precipitaciones son clave por lo que los años en los que escasean se nota. Este año rondamos los 500.000 litros, además, han llegado en primavera, lo que también favorece. El árbol está respondiendo con mucha hoja y parece que va a tener más floración que el año pasado en la zona de secado, en la de riego se mantiene. Eso sí, habrá que esperar a que pase mayo para poder hacer una predicción más exacta.

—¿Cree que esta pandemia agravará la crisis del campo?

—Quiero pensar que no, que estamos en un paréntesis y que se retomarán las acciones una vez que pase la crisis sanitaria.

—¿Qué mensaje de esperanza lanzaría a los agricultores?

—La esperanza debe ir encaminada en pensar que cumpliendo con las recomendaciones sanitarias podremos proteger a nuestro entorno hasta vencer al virus. A los agricultores que trabajan cada día les digo que no cesen porque los que nos encargamos de la gestión también luchamos cada día para que esto acabe pronto.