Al banquillo por difundir fotos de fallecidos por WhatsApp

La Fiscalía pide 1.620 euros de multa para el trabajador de un cementerio

04 mar 2017 / 11:18 H.

Antonio Jesús L. G. cogió el cadáver de una mujer, lo colocó apoyado en un árbol y le tomó una fotografía. Fue el 24 de octubre de 2014. Presuntamente, protagonizó estos hechos mientras se encontraba trabajando en el Cementerio Municipal de Alcaudete. Tres días después, hizo otra una instantánea de un nuevo fallecido. Uno y otro habían sido desenterrados para que recibieran sepultura junto a seres queridos, una práctica habitual, no como la idea que, según la Fiscalía, tuvo Antonio Jesús L. G. que, además de retratar a estos difuntos, decidió enviar a un amigo las imágenes a través de la red social WhatsApp. Estos macabros archivos comenzaron a circular y, en poco tiempo, habían llegado a cientos de personas, compartidos a través de los teléfonos móviles. Por esta ocurrencia, Antonio Jesús L. G., al que detuvo la Guardia Civil, tendrá que sentarse en el banquillo, en el Juzgado de lo Penal número 3.

El Ministerio Público solicita para el encausado una multa de 1.620 euros, a razón de 6 euros al día durante 9 meses. El impago de esta suma, según la solicitud del fiscal, implicará un día de privación de libertad por cada dos días de cuotas impagadas. Este vecino de Alcaudete tiene antecedentes penales, aunque no computan en este caso para aplicarle el agravante de reincidencia, tal y como recoge la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales. Precisamente, en el momento en el que el acusado decidió tomar las fotografías, realizaba trabajos para la comunidad por orden del juzgado. De nuevo, se tendrá que sentar en el banquillo, esta vez, por un delito continuado contra el respeto debido a los difuntos. Con su arresto, se desveló un misterio que tenía en vilo a la población alcaudetense, indignada ante el triste espectáculo de fotografías de cadáveres que circulaban por las redes sociales. Precisamente, una de las imágenes llegó a uno de los biznietos de la mujer cuyo cadáver fue profanado. Fue el padre de este joven, hijo de esta difunta, el que al ver la foto se percató de que se trataba de su abuela. Fue así como la Benemérita recibió una pista crucial para localizar al autor de los hechos. Lo ocurrido hizo que el propio Ayuntamiento emitiera un comunicado de prensa en el que, además de expresar su más contundente condena, dejaba claro que la Administración local estaba a disposición de los investigadores. Las familias de los dos difuntos, a través de sus representantes legales, sí fueron más severas al solicitar una compensación económica, ya que reclaman 15.000 euros al sospechoso. El Ministerio Público consideró que los descendientes no tienen que recibir indemnización, al entender que no habían acredito haber sufrido daños morales.

La mujer había fallecido 28 años antes de que, presuntamente, el alcaudetense detenido decidiera no guardar el respeto debido al cadáver. En cuanto a los otros restos mortales fotografiados, las circunstancias eran similares. Se da la circunstancia de que los familiares de la difunta conocían al presunto autor del delito, lo que hizo que todo les resultara todavía más doloroso.

No es la primera vez que alguien protagoniza conductas inapropiadas en un cementerio jiennense, pero lo “habitual” es la rotura de lápidas, sin llegar a manipular los restos mortales, y menos todavía que se expongan de forma pública.