Agredida una mujer en las proximidades de El Salvador

Según los testigos, un hombre trató de asaltar y robar a la víctima

26 jun 2017 / 10:52 H.

Los gritos alertaron a los vecinos. Sobre las ocho de la mañana, una mujer pedía auxilia en la esquina de la calle Obispo Romero Mengíbar, en las inmediaciones de la iglesia del Salvador. Jesús González fue uno de los testigos. “Escuché voces y gritos de una joven y, cuando me acerqué al lugar para ver qué ocurría, descubrí a un hombre que tenía agarrada a una mujer y, al parecer, le había cogido el bolso”. Según González, habitual de la zona, conocía al agresor. “Suele pasar por aquí, duerme en un cajero del Gran Eje y entra en el mismo bar donde yo desayuno todas las mañanas; hoy no estaba, y supongo que era por esto”. González no entiende qué ha podido ocurrir, pero está claro, según él, que “sin venir a cuento ha ido a por ella”. De hecho, insiste en que el presunto agresor “se cebó” con la joven, de unos veinte años. “Tenía toda la cara magullada, echa polvo, con sangre y la espalda arañada”, afirma, y añade: “Estaba tan alterada que tuvimos que sacar una silla de un bar y le dimos hielo para que bajara la hinchazón”. Cuenta que, a continuación, una ambulancia trasladó a la joven a un centro sanitario para realizarle las pruebas pertinentes. “Lloraba a lágrima viva”.

González relata que los gritos se oían con claridad y que el hombre “la llamó de todo”, y usó palabras como “puta”. Fue en ese momento cuando se enzarzaron y algunos testigos intervinieron. A pesar de la temprana hora de domingo, había varias personas por la zona. González animó a las personas del interior del bar a tomar parte y ayudar a la joven. Declara que la Policía tomó sus datos y que está dispuesto a testificar.

La Policía Nacional confirma que la mujer, después de desayunar, sobre las ocho de la mañana, en un local cercano al lugar de los hechos, se topó con un hombre de unos cincuenta años. Él declaró a las autoridades que le hizo comentarios sobre su vestimenta, pues, al parecer, había estado en una boda la noche anterior y lucía un vestido de fiesta, así que le preguntó si no tenía frío y le sugirió que se abrigara. Afirma que la mujer debió entenderle mal o malinterpretar sus palabras y, como respuesta, le golpeó con su bolso. La Policía asegura que cuando se personaron e hicieron las pertinentes preguntas a los implicados, ambos presentaron denuncia mutua con parte de lesiones y que coinciden en el relato de lo ocurrido. Declara asimismo que las heridas no revestían gravedad, “a priori”, ni fue necesaria ninguna detención.