Absuelto el acusado de abusar de su hijastra

La magistrada no da credibilidad al testimonio de la adolescente

    08 jul 2016 / 15:00 H.

    El Juzgado de lo Penal número 3 ha absuelto, con todos los pronunciamientos favorables, al vecino de la capital acusado de abusar sexualmente de su hijastra, cuando la adolescente tenía 16 años de edad. La magistrada Érika Ávila considera que el testimonio de la chica no es totalmente creíble, debido a que incurrió en sucesivas contradicciones a lo largo del procedimiento judicial. Por ello, la juez estima que no hay pruebas para condenar al padrastro, Felipe A. Z. Tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por la madre de la menor, solicitaron una condena de tres años de cárcel para él.

    Los hechos se remontan a 2014. El procesado vivía en un piso del Polígono del Valle junto con la adolescente, fruto de una relación anterior de su mujer, y con las tres hijas pequeñas de la pareja. En marzo de ese año, la esposa abandonó el domicilio y el hombre se quedó a cargo de los cuatro menores. La denunciante contaba, por aquel entonces, con 16 años. La chica relató que su padrastro la sometía a tocamientos en los glúteos y en los pechos, le daba besos en la boca y le hacía propuestas para dormir en la misma cama. Según aseguró en el juicio, estas conductas le provocaban fuertes sentimientos de culpa, llano, trastornos alimenticios, ansiedad y miedo.

    Sin embargo, la juez entiende que no hay pruebas que demuestren que el acusado cometió estos hechos. Felipe A. Z. aseguró en la vista oral que la denuncia fue interpuesta por su exmujer y tenía como trasfondo la separación del matrimonio: “Me dijo que me iba a hundir”, explicó en el juicio.

    Frente a esta versión, su señoría analiza la declaración de la adolescente, que califica de “contradictoria”. La sentencia señala que ofrece versiones diferentes sobre cómo se producían los supuestos abusos. “Faltan datos esenciales”, sostiene la juez. Además, explica que las secuelas psicológicas que sufría la menor eran consecuencia de la marcha de su madre de casa, tal y como se recoge en el informe de los forenses. La sentencia se puede recurrir.