A juicio un menor por el incendio de Jabalcuz

La Fiscalía acaba de presentar el escrito de alegaciones contra el menor acusado de originar de forma imprudente el fuego que arrasó 19 hectáreas de pinar y monte bajo en el paraje del Portichuelo, en el macizo de Jabalcuz. El Ministerio Público reclama que el adolescente, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, realice nueve meses de tareas socioeducativas. Además, solicita que haga frente a la responsabilidad civil por los daños ocasionados por las llamas en una de las joyas medioambientales de la capital jiennense. Han sido tasados en unos 180.000 euros en números redondos, tal y como explican fuentes judiciales cercanas al caso. De esa cantidad responderían de forma solidaria los padres del adolescente procesado. Es decir, en caso de condena, serían los progenitores los que tendrían que pagar esa compensación por los destrozos ocasionados.

Hay que recordar que el incendio se produjo en la tarde del pasado 13 de agosto y quemó 19 hectáreas. Tras una laboriosa investigación, la Guardia Civil llevó ante la Fiscalía de Menores a tres chicos como causantes del incendio. Dos de ellos tenían menos de 14 años y, por lo tanto, eran inimputables. Es decir, la Justicia no puede actuar contra ellos desde el punto de vista penal. Finalmente, solo el mayor de los tres —el que tenía cumplidos los 14 años— se sentará en el banquillo.

El Instituto Armado determinó que los tres adolescentes implicados originaron el incendio por accidente. Presuntamente, querían hacer una vídeo sobre cómo encender una hoguera y apagarla a continuación, con el objetivo de publicarlo en internet. Sin embargo, el fuego se les fue de las manos en cuestión de segundos y ya no tuvieron forma de controlarlo. Las llamas comenzaron en el paraje de “Los Vadillos”, una zona muy cercana a la carretera A-6050, que une Jaén con Los Villares y donde existen numerosas casas de campo. Testigos presenciales vieron a los adolescentes salir corriendo del lugar a los pocos minutos de detectarse el fuego.

Después, la Policía Local encontró una mochila “en la zona cero” del incendio. Contenía un bote de espray y un encendedor tipo pistola. Son los utensilios que, presuntamente, utilizaron los jóvenes para realizar la hoguera que, después, pretendían controlar y apagar. Cuando las llamas se avivaron, los jóvenes huyeron del lugar y se dejaron olvidados esos objetos. El testimonio de los testigos permitió a los investigadores identificar a los tres adolescentes. Uno de ellos, además, tenía en su poder una cámara con la que, al parecer, comenzaron a grabar el tutorial.

Nueve meses después, la Fiscalía de Menores ha presentado el escrito de alegaciones contra el único adolescente que puede ser acusado. Se le imputa un delito de incendio forestal por imprudencia y se le reclama la realización de nueve meses de tareas socioeducativas. Sin embargo, el Ministerio Público también pasa la “factura” de los daños ocasionados en lo que era el gran pulmón verde de la capital. Una petición de indemnización que no es baladí: unos 180.000 euros, de los que tienen que responder los padres del menor acusado.