Jaén, 2 de octubre de 1889

Los valores del socialismo siguen con plena vigencia 130 años después de la fundación de la Agrupación local. Aunque poco tenga que ver la forma de vida de los jiennenses en aquel año 1889 con la actual. Los campos estaban llenos de jornaleros que trabajaban en unas condiciones muy duras, aunque no eran más amables para los que desempeñaban su labor en la ciudad como hojalateros o vinateros.

Desde el primer PSOE encabezado por Pedro Pascual como secretario general y 16 miembros fundadores se llegó, según explicó el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Miguel Ángel Valdivia, a los casi 2.000 militantes que alcanzó poco después.

Hombres y mujeres a los que la defensa de las siglas socialistas no solo les costó el tiempo y la dedicación que en la actualidad se le pide a cualquier persona que se enrole en la política, sino que, sobre todo después de la Guerra Civil, a muchos de ellos, considerados “desafectos al régimen” les llevó a vivir en clandestinidad, el destierro, a la prisión o a la realización de trabajos forzados y a la posterior libertad vigilada, o a incluso ser condenados a muerte que les conmutaban después tras “redimir penas”. Aun así, la mayoría continuaron convencidos de sus fuertes ideales socialistas, que en muchos casos materializaron desde la clandestinidad, hasta que fallecieron. Incluso, a algunos les costó la vida.

Tampoco fue más sencilla la situación de las mujeres, que se perfilaron como las grandes perdedoras tras la contienda. Encarceladas también aunque no se pronunciaran políticamente, rapadas porque decían que tenían piojos –casualmente las que tenían la misma ideología política–, y rociadas con aceite de ricino para que “arrojaran el socialismo del cuerpo”. Obligadas también, en muchas ocasiones, a dedicarse al estraperlo, intentar comprar y vender en otros sitios algo más caro, para poder sacar a sus familias adelante.

Muchos son los avatares sufridos por el partido en este tiempo. Uno de ellos, por ejemplo, la detención a finales de enero de 1946 de 28 personas, algunas de ellas militantes de los distintos municipios de la provincia, en la redada que desarticuló la organización socialista clandestina en la provincia, que supuso la caída del comité provincial de Jaén.

Tiempos complicados, en los que los afiliados dieron lo mejor de sí. Y eso ha hecho que el partido se mantenga como un referente en la lucha de los derechos sociales y de la igualdad, que pese al paso de los años, en la actualidad sigue siendo una tarea muy necesaria.