Con la música a otra parte
Con el sueño de vivir de la música y mostrar todo su arte por todo el mundo, Juande Mena viajó hace doce años hasta Los Ángeles, lugar donde ha tenido la oportunidad de conocer a grandes músicos y compositores de la historia
Una gran ciudad en la que los sueños se pueden cumplir. Los Ángeles es el lugar en el que el torrecampeño Juande Mena hace su nueva vida para lograr lo que siempre quiso: vivir de la música. “La idea de venir aquí surge de mi deseo de forjar una carrera musical mezclado un poco con la aventura y la oportunidad. Mi sueño siempre fue dedicarme a la música, y Los Ángeles era la ciudad que más interesante me parecía para esto”, explica Juande Mena sobre su viaje.
Más de una década, en concreto doce años, es lo que lleva ya viviendo fuera de casa en Los Ángeles. Allí ha logrado hacer lo que siempre quiso, dedicar su vida a la música y poder desarrollar su carrera profesional de una forma acorde a su forma de ser y sentir sus composiciones. De hecho, siempre tuvo en la cabeza el pensamiento de vivir en la ciudad para dedicarse profesionalmente al mundo de la música, aunque no siempre tuvo claro que fuese a lograr su objetivo. “Es cierto que desde muy temprana edad tenía claro que quería vivir aquí y labrarme una carrera musical en este país, pero te engañaría si te dijera que cuando llegué mi intención era la de quedarme o si lo veía tan claro”, sostiene.
Fue en la adolescencia cuando comenzó a tocar la guitarra y desde que comenzó su carrer ha tenido la oportunidad de trabajar con músicos ganadores de Premios Grammy y algunos de los productores más importantes de bandas como Metallica, Aerosmith, Alice Cooper o Jane’s Addiction, entre otros. Una oportunidad que le ha venido gracias a su empeño en vivir en la ciudad californiana y a su esfuerzo para lograr llegar lo más lejos posible en el complicado mundo de la música. Y es que algunos de los mejores momentos que ha tenido la oportunidad de vivir ha sido al conocer a personas a las que ha admirado durante mucho tiempo y con quienes nunca llegó a pensar que tendría la oportunidad e terminar tocando. “La música me permite hacer cosas que me llenan mucho tanto a nivel profesional como personal desde trabajar con productores y músicos que eran iconos de mi adolescencia, hasta viajar y conocer gente de todo el mundo, o sentirme realizado a nivel creativo”, reconoce acerca de todo lo que ha podido vivir durante este tiempo gracias a su trabajo y sus ganas por conseguir hacerse un hueco que le permite conocer nuevas personas y entornos relacionados con la música.
Y a pesar de lo que pueda parecer y aunque siempre ha tenido claro su objetivo por estar en Los Ángeles, a veces vuelve a pensar en la posibilidad de regresar a España o, al menos, tener la oportunidad de llevar su carrera musical entre ambos lados del atlántico y seguir mostrando sus composiciones tanto en su país de origen como en Estados Unidos. “Es cierto que veo difícil que encuentre las oportunidades que me ofrece un país como EE UU en este momento de mi vida, no solo en España sino también en muchos países de nuestro entorno, pero últimamente estoy trabajando también en estudios y en proyectos en España y me gustaría empezar a estar a caballo entre ambos países”, analiza.
Además, Juande Mena no solo busca pasar más tiempo en España, si no que viajar más veces hasta Jaén para estar más veces entre sus raíces y familiares. “Ya estoy empezando a pasar temporadas más largas en Torredelcampo e intento ir dos veces al año para pasar el mayor tiempo posible con mi familia y amigos. Disfruto mucho del tiempo que paso en mi tierra. A largo plazo, no me gustaría estar en una ciudad con el trajín de Los Ángeles u otra gran ciudad de su estilo cuando sea más mayor”, añade el compositor.
Nada es fácil al comenzar en una nueva ciudad, otra vida y la adaptación no siempre es lo más ideal posible. Eso lo vivió en sus carnes Juande Mena nada más llegar a Los Ángeles. “Los principios son siempre difíciles para cualquier persona, independientemente del país al que se traslade. Mis dos primeros años fueron bastante duros. Yo me vine a la aventura y sin nada cerrado. De hecho, no tenía ningún contacto en Los Ángeles y tampoco había visitado antes la ciudad. No tenía ni ofertas, ni garantías. Todo lo que tenía en Los Ángeles al bajar del avión eran mis dos maletas. A esto se le sumó la crisis económica de 2008 que estalló a pocos meses de llegar, lo que agravó mucho mi situación laboral. Pasé varias temporadas muy intermitentes, haciendo piruetas para llegar a fin de mes, sin cobertura sanitaria y viviendo en hostales y otros lugares bastante peculiares”, remarca de sus inicios.
Durante su paso por Los Ángeles son muchas las anécdotas que deja el joven torrecampeño, entre ellas el choque de culturas. “El horario de nuestras cenas en un clásico. Aquí se suele cenar entre las 5 y las 7 de la tarde, por lo que les parece increíble que cenemos tan tarde y nos vayamos a dormir con el estómago lleno. Una costumbre que al principio me sorprendió, y también sorprende a los amigos que me vienen a visitar, es el hecho de que sonrían y establezcan conversaciones con extraños de una manera tan informal. Es muy común que una persona que no has visto nunca antes te sonría cuando te la cruzas por la calle o que te escuche hablando de algo en algún sitio público y decida sumarse a la conversación”, explica. Además, reconoce que al estar lejos echa de menos a su familia pero que las tecnologías y los viajes lo solucionan todo.
Son muchas las diferentes y variadas hisotiras que Juande Mena puede contar sobre su vida en Los Ángeles, pero es, sin lugar a dudas, una la que recuerda de forma más curiosa y con cariño. “He trabajado con músicos que veías en revistas, acabar de copas con actores de Hollywood, terremotos, aterrizajes de emergencia, etcétera. Pero la mejor fue hace unos ocho años mientras volvía a casa caminando por una de las avenidas principales de la ciudad. Llevaba una camiseta del Milán con el número y apellido de David Beckham. No soy tan futbolero, pero coincidió que ese día la llevaba. De repente, se escucha un coche pitando de manera repetida, pero con el tráfico y ruido que hay siempre en esta ciudad no le presté mucha atención. Los pitidos siguen y entonces me doy la vuelta para ver si es que había un accidente o pasaba algo. Entonces, y para mi asombro, veo a David Beckham y su mujer en un coche. Nos reímos de la situación tan cómica. Es algo que si algún día lo conozco se lo tengo que recordar”, explica sobre su anécdota más importante en Los Ángeles.
Durante la convención NAMM (una de las más importantes de música que se celebran en California y que tiene más de cien años de vida) Juande Mena tuvo la oportunidad de pasar una jornada con grandes músicos a los que ha admirado durante mucho tiempo, entre los que se destacan artistas de Iron Maiden o Sepultura.
A pesar de la lejanía y de los kilómetros de distancia, una gran amistad dura para siempre y por ese mismo motivo Juande Mena ha tenido la oportunidad de recibir la visita de familiares y amigos que han conocido lugares de California y que han querido darle la sorporesa de visitarlo con el objetivo de volver a verlo.
Para un músico uno de los mayores sueños es trabajar con algunos de los mejores y poder ver como las canciones y los temas que compones funcionan y se convierten en algo mágico dentro del estudio de grabación. En esta ocasión, Juande Mena grabó con un productor de renombre y ganador de un Grammy, Tom Weir.
California cuenta con bellos y maravillosos lugares por los que perderse. Ciudades, playas, monumentos, todo un mundo artístico que Juande Mena ha conseguido visitar y vivir con una inmensa alegría con la que va conociendo lo mejor de este lugar. En este caso, está en la Villa Getty que es el centro de las antiguas artes.