Sin bajar la guardia ante el “bicho”

Francisca Calero Mena, alcaldesa de Lahiguera

26 abr 2020 / 12:42 H.

Nunca, ninguna alcaldesa o alcalde hubiera imaginado que el primer año de esta legislatura iba a estar marcado por una crisis sanitaria tan importante, por un desasosiego constante en que estamos sumidos todos los pueblos, una preocupación inmensa en la que vivimos un día tras otro deseando que la incidencia de este maldito virus, sea la mínima posible.

Quiero empezar dando las gracias principalmente a los “peques” que tan bien se están portando, que están dando ejemplo a muchos mayores y que llevan tantos días en casa. Y cómo no, a esos mayores que después de años de trabajo y tras su jubilación estaban acostumbrados a pasar sus horas de ocio en el Hogar del Jubilado o en la calle hablando y relacionándose con los vecinos y ahora están en sus casas sin salir. Para más tarde dejo otros agradecimientos pues son muchos.

Primeramente constatar que esta situación ha sacado a la luz la solidaridad de los vecinos de Lahiguera, muchas mujeres se han unido al proyecto que desde este ayuntamiento surgió para la confección de mascarillas proyecto que aún continua pues estamos a la espera de recibir más tejido para seguir confeccionando. También a los agricultores que de forma altruista y solidaria han puesto su granito de arena ofreciendo sus tractores para la desinfección del municipio. Y, tanto unas como otros, se merecen y tienen el más profundo agradecimiento de este equipo de Gobierno.

En todo momento desde antes de decretarse el estado de alarma nuestra preocupación fue proteger a la población y comenzamos con nuestros mayores, cerrando el Hogar del Jubilado y cancelando las actividades que tenían programadas. Posteriormente, cerramos guardería, pabellón, biblioteca... y la cancelación del mercadillo, así como hacer públicas las recomendaciones que se estaban dando desde sanidad para evitar la propagación del covid-19. Con posterioridad al decreto de alarma incrementamos las medidas para proteger a todos los trabajadores del Ayuntamiento. Tanto funcionarios como laborales, facilitando su trabajo y priorizando la seguridad y la vida de los mismos. La atención al ciudadano y la administración sigue funcionando por teletrabajo, el personal de mantenimiento está desbordado porque son pocas personas y no dan abasto a hacer lo que necesita el pueblo por eso hay que reconocer y agradecer su labor. Y, por otro lado, los vigilantes municipales que diariamente velan para que se respete el confinamiento y la seguridad de los vecinos todo ello coordinados con la Guardia Civil. Todas las semanas y tras hablar con los médicos del centro de salud acordamos un protocolo de limpieza que se está llevando a cabo minuciosamente para garantizar la desinfección, se hace más hincapié en comercios, bancos, farmacia, mercado de abastos.... las zonas donde hay más afluencia de personas.

Tanto los concejales como yo estamos trabajando para tener la situación controlada pues no hay que bajar nunca la guardia ya que no sabemos cómo puede comportarse el “bicho” como popularmente lo denominan los vecinos. Es una situación nueva, difícil y complicada a la que nadie de ninguna creencia, ideología, estatus social... estaba ni está acostumbrado a enfrentarse y que debemos unirnos para salir de ella, todos cometemos aciertos y errores y más que atacarnos debemos estar unidos y dialogar, consensuar y salvar vidas. Debemos tomar ejemplo de muchos proyectos solidarios que están surgiendo y que han colaborado con este y otros ayuntamientos donando viseras protectoras, nuestro agradecimiento a “Somos Martos” por su donación y su proyecto solidario, a Almacenes Villar por donarnos pantallas protectoras, y a la solidaridad de los vecinos y vecinas de Lahiguera.

Seguimos y seguiremos, desde este Ayuntamiento trabajando y velando por la seguridad y bienestar de los vecinos, y deseando que todo vuelva a la normalidad, que esta pesadilla se acabe, pero que el espíritu solidario que ha surgido se mantenga siempre, porque es muy bonito y gratificante dejar las rencillas atrás y unirse en algo tan grande como es ayudar en tiempos tan difíciles.