En defensa del planeta

Cada vez es más importante concienciar en educación ambiental para que la sociedad sepa las necesidades que tiene la naturaleza y cuidar de ella al máximo posible para dejar un mundo mejor

26 ene 2020 / 12:50 H.

No hay nada como cuidar, proteger y salvaguardar los bosques, la naturaleza y el entorno en el que vivimos. Un mundo creado para disfrutarlo, pero siempre desde una perspectiva que sea conciliadora y que sirva para que lo que hay hoy día se mantenga para las generaciones futuras. La educación ambiental es un concepto muy importante dentro de todo este apartado ya que sirve para crear conciencia y que todos los estamentos de la sociedad, desde jóvenes a adultos, aprendan más y sean conscientes de la importancia de cuidar del planeta. Porque, ciertamente, cada una de las decisiones que los seres humanos tomamos a diario son vitales para el resto de seres vivos y ecosistemas que forman parte del entorno y, aunque puede que no sea importante en el momento de suceder, hacen un daño que puede llegar a ser irreversible para el propio planeta y que se une al resto de cicatrices con las que ya cuenta desde el comienzo de su existencia. Razones que hacen de obligado cumplimiento que las personas sean conscientes de lo importante que es cuidar el medioambiente y conseguir hacer labores que, quizás por si solas no sean increíbles, pero que granito a granito de arena, hagan una inmensa montaña.

Y es que en el caso de la provincia hay muchas razones para querer proteger su entorno. Un verdadero mar de olivos regado por sierras escarpadas ocupadas por vegetación silvestre, campiñas y vegas que se dedican al cultivo del olivar y que proponen un paisaje novedoso y muy rico y un paisaje rural que con una flora y fauna que hacen las delicias de los amantes del mundo rural. El Parque Natural Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, el de la Sierra de Andújar y el de Sierra Mágina vertebran algunos de los puntos más destacados de la provincia, rincones donde la vegetación, el agua, la flora y la fauna se unen de la manera más delicada.

Sin embargo, si nada de esto se cuida de la manera en la que se debe, terminará por no ser nada y es por eso que es desde escuelas, colegios e instituciones cada vez trabajan con un esfuerzo mayor por hacer entender a pequeños y adultos la importancia que tiene cuidar del entorno, del medio ambiente con el que cuenta el ser humano y lo necesario que es que entre todos pongamos de nuestra parte para que el mundo siga como hasta ahora.

Por esta misma razón, desde instituciones como la Diputación Provincial se trabaja de manera que los más pequeños puedan llegar a conciencarse. Por eso, para este año centra su XXI Premio de Medio Ambiente en la importancia del cambio climático. De esta manera, los diferentes centros educativos de la provincia de Primaria, Educación Especial, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Ciclos Formativos de Grado Medio y Centros de Educación para Personas Adultas tendrán la oportunidad de conocer de cerca esta problemática, lo que está estrechamente relacionado con la educación ambiental y hacer que los diferentes estamentos sociales sepan más sobre lo que sucede en su entorno y tengan en cuenta diferentes posibilidades para ayudar y conseguir que, entre todos, el mundo esté más cuidado. “A pesar de ser un problema global, los efectos del cambio climático repercuten en la economía, la salud, la seguridad y la producción de alimentos por lo que se hace necesario combatirlo a escala local”, apunta Pedro Bruno, Diputado de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Cambio Climático. El jurado del XXI Premio de Medio Ambiente de la Diputación de Jaén se encargará de valorar aspectos como el grado de difusión del trabajo tanto en el entorno escolar como fuera de él; la reflexión que proponga en la lucha contra el cambio climático; así como la calidad y la singularidad de las metodologías utilizadas. Siguiendo propuestas como estas, los más jóvenes llegan a conocer en primera persona los pormenores del cambio climático y los problemas que vive el planeta con motivo de la mano del hombre. Iniciativas que ayudan a que los ciudadanos sean más consecuentes y sepan lo que deben hacer desde que son muy jóvenes.

Para Toni Pérez, presidente del Grupo de Espeleología de Villacarrillo, y que recientemente ha ganado el Premio Jaulín Nacional de Defensa de la Naturaleza 2020, la concienciación y educación ambiental son muy necesarias, aunque reconoce que cada vez la sociedad está más integrada en estos problemas, conoce más sobre su alrededor y busca fórmulas para cuidar del medio ambiente. “La concienciación medioambiental va poco a poco tomando buena sintonía en la provincia de Jaén. Es cierto que siempre encontramos en la montaña a personas que, además de que no sabe hacer deporte de manera correcta, hacen destrozos por no saber, tirando basura, pilas, encienden hogueras, molestan a la fauna. No como antes, pero son aspectos que se siguen dando y esa educación ambiental tiene que seguir, es fundamental para que la sociedad entienda que hay que hacer las cosas bien, más si son espacios protegidos. La gente tiene que ser consciente de que la regulación es fundamental para que el ecosistema persista y desde aquí instamos que este trabajo siga”, sostiene Pérez.

De hecho, afirma tajantemente que es necesario que exista una buena educación ambiental y que, en parte, es la base para que desde niños la sociedad comprenda la importancia del mundo que le rodea y aprenda a cuidar de lo que tiene en su entorno o de lo contrario, tal y como avisa, los problemas serán todavía mayores y, en algún momento, puede que sean irreversibles, lo que para entonces ya no tendrá vuelta atrás para el ecosistema.

“Para nosotros la conservación de la naturaleza y el medio subterráneo es fundamental. Nosotros con nuestras redes sociales, nuestros proyectos de colaboración con asociaciones y multitud de centros de investigaciones queremos que esta labor siga así. Entendemos que es fundamental en la sociedad de hoy en día se conciencie de que la naturaleza hay que conservarla no solamente lo que vemos, si no lo que no vemos también. Ese trabajo tiene que venir desde que somos pequeños, para ello la educación ambiental es fundamental para niños y adultos porque estamos viendo que cada día desparecen especies animales y vegetales y llegaremos a que el hombre sea una especia en peligro de extinción como no protejamos el medio ambiente y al planeta, que seguirá su curso. Tenemos que conservar la naturaleza para que no sea así, porque, en definitiva, es esto lo que le vamos a dejar a nuestros hijos y a las generaciones futuras”, reclama Pérez. Y es que este grupo lleva muchos años trabajando en conjunto con las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y saben mucho sobre la importancia de que la sociedad y, en este caso, los jiennenses en particular se conciencien lo máximo posible en materia de cuidado del medio ambiente y de las zonas tan maravillosas con las que cuenta la provincia.

Por esta razón, aunque se ha avanzado mucho con respecto al cuidado de la naturaleza conviene no quedarse atrás y eguir trabajando en ella lo máximo posible para que todos, desde pequeños a adultos sepan la importancia de cuidar de la flora, la fauna y los ecosistemas con los que cuenta a su alrededor para dejar un mundo lo mejor posible a las futuras generaciones.

Los más jóvenes, la clave para educar
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Cuidar del medio ambiente es una cuestión que atañe a todos los segmentos de edad, pero bien es cierto que son los niños los primeros que, desde la infancia, deben conocer los pormenores acerca del cuidado de la tierra y la naturaleza para que en el futuro, cuando sean adultos no tengan malas conductas. Por este motivo, desde las instituciones y colegios se trabaja de manera activa en que los niños sean los principales protagonistas de las actividades que versan acerca de la educación ambiental y que sirven para que sepan más sobre la importancia de mantener el planeta cuidado. De hecho, cada año, son mucho los jóvenes que participan en diferentes jornadas, talleres y concursos que sirven para que sepan más sobre esta realidad, como es el caso de la iniciativa del Premio Medio Ambiente de la Diputación Provincial que, el año pasado, tuvo una participación de más de 300 alumnos de municipios como Alcalá la Real, Huesa, Jódar, La Carolina, Quesada o Noalejo.