Trump siembra la discordia

El presidente de EE UU reconoce oficialmente Jerusalén como “capital de Israel”

07 dic 2017 / 09:34 H.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que “es el momento de reconocer oficialmente Jerusalén como capital de Israel”, porque considera que supone admitir “lo obvio”, y dijo el futuro traslado de la Embajada norteamericana desde Tel Aviv a la Ciudad Santa. Pese a las advertencias en los últimos días tanto de sus aliados occidentales como árabes, Trump compareció en la Casa Blanca para dar el primer paso para trasladar la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, en el marco de lo que se espera que sea un que llevará años pero cuyos trabajos comenzarán de forma “inmediata”. Una ley estadounidense aprobada en 1995 ya contempla que la legación diplomática debe estar ubicada en Jerusalén. Sin embargo, durante estas dos décadas los sucesivos presidentes han ido prorrogando una exención que plantea aplazar dicho traslado en aras del “interés nacional” —el propio Trump renovó dicha exención en junio de 2017—.

El actual mandatario, que ya prometió en campaña lo que recordó que sus predecesores se negaron a aplicar la ley creyendo que era lo mejor y que “perjudicaría a la paz”. “Tras más de dos décadas, no estamos cerca de ningún acuerdo”, apostilló Trump. En este sentido, cree que es momento de cambiar de “fórmula” para lograr “un resultado mejor” y dijo un paso que, en su opinión, “tenía que haberse dado hace tiempo”. Trump aseguró que reconocer Jerusalén como capital implica admitir “lo obvio”, aunque al mismo tiempo apuntó que este gesto no debería condicionar el “estatus final” sobre la ciudad o en materia de fronteras que cierren israelíes y palestinos en el marco de unas hipotéticas negociaciones. “Esas cuestiones corresponden a las partes implicadas. Estados Unidos sigue comprometido para facilitar un acuerdo de paz que sea aceptado por ambas”, agregó Trump, acompañado ante los medios por su vicepresidente, Mike Pence. El gesto no está exento de polémica, en la medida en que tanto israelíes como palestinos reivindican Jerusalén como la capital de su Estado, por lo que podría romper el frágil equilibrio en la zona. Varios líderes árabes advirtieron de que el reconocimiento que ultima Trump daría al traste con cualquier posibilidad de paz.