Trump se siente víctima de “la mayor caza de brujas”

Destaca los actos “ilegales” de anteriores presidentes como Clinton y Obama

19 may 2017 / 10:19 H.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene que es víctima de “la mayor caza de brujas” que se ha puesto en marcha en la historia del país contra un personaje político, en alusión a las investigaciones llevadas a cabo por las propias agencias norteamericanas sobre sus presuntos vínculos con el Kremlin.

“Esta es la mayor caza de brujas contra un político en la historia estadounidense”, escribe en su cuenta de Twitter. “Con la cantidad de actos ilegales que tuvieron lugar en la campaña de Clinton y en la Administración de Obama, nunca hubo un consejo especial”, destaca. Trump reacciona así a la decisión del Departamento de Justicia de crear una fiscalía especial, que estará a cargo del ex director del FBI Robert Mueller, para investigar la presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el pasado 8 de noviembre para que ganara el magnate neoyorquino.

“Mi decisión no supone que se haya determinado que se cometió algún delito ni tampoco garantiza que se lleve a cabo un procesamiento”, explica el vicefiscal general, Rod Rosenstein, en un comunicado. “Lo que sí he determinado es que, en base a unas circunstancias únicas, el interés público me exige establecer esta investigación bajo la autoridad de una persona que ejerce un grado de independencia de la cadena normal de mando”, añade. Trump emitió poco después un escueto comunicado en el que asegura “estar deseando” que este asunto “llegue a su fin rápidamente”. “Como he dicho muchas veces, una investigación exhaustiva confirmará lo que ya se sabe: que no hubo conspiración entre mi campaña y ninguna entidad extranjera”, afirma. El nuevo inquilino de la Casa Blanca está cercado por sus nexos con el Kremlin. En el último capítulo de esta trama, la prensa estadounidense sugiere, en base a unos registros de las reuniones entre James Comey y Trump que hizo el propio Comey, que el ya ex director del FBI fue destituido por su negativa a frenar las investigaciones sobre la conexión ruso del jefe de Estado.