la Asamblea venezolana

La Unión Europea afirma que el nuevo orden político debilita la vuelta pacífica del Estado a la democracia

08 ago 2017 / 10:26 H.

La Unión Europea afirmó este lunes que la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela y sus primeras acciones, incluyendo el cese de la fiscal general del país, Luisa Ortega, han “debilitado aún más” las perspectivas para una “vuelta pacífica” al orden democrático e incrementaron la polarización de “una sociedad ya dividida”.

En un comunicado, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la UE reiteró que “no existe alternativa al respeto de las instituciones legítimas, la separación de poderes y el respeto del derecho de los ciudadanos a expresar libremente su opinión política”.

“El gobierno venezolano tiene la responsabilidad de garantizar el respeto a la Constitución venezolana. La UE reitera su llamada a todos los actores en Venezuela a trabajar hacia la instalación de la confianza necesaria para una solución negociada a la crisis institucional”, señalaron desde el bloque comunitario.

“Esperamos que el gobierno venezolano libere urgentemente a todos los prisioneros políticos y asegure el respeto al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos”, continúa el texto.


SOLUCIONES. La UE destacó, además, que trabajará con todas las partes involucradas, nacionales e internacionales, para garantizar el “apoyo adecuado” para una vuelta “no violenta” al orden democrático y para una solución a las dificultades económicas y sociales del pueblo venezolano.

Este texto es el primero desde que la Asamblea Nacional Constituyente fuese instalada el pasado viernes y desde que se destituyera a Ortega de su cargo como fiscal general el pasado sábado.

La UE y sus Estados miembros anunciaron el miércoles de la semana pasada que no reconocen la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por albergar dudas sobre su legitimidad.

Asimismo, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, apoyó la decisión tomada por la Unión Europea y reiteró que España no reconocerá la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, al considerar que es “ilegal, antidemocrática y contraria a la voluntad de sus ciudadanos”. En una intervención en el Palacio Marivent, tras mantener el tradicional despacho de verano con el rey Felipe VI, Rajoy expresó la condena del Gobierno a la violencia registrada en Venezuela y exigió la convocatoria de elecciones “libres y democráticas”, así como la liberación de 620 presos políticos, señaló mediante el uso de datos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En esta línea, el presidente aseguró que su Gobierno no reconocerá la nueva Asamblea Nacional Constituyente que “montó el Gobierno de Venezuela”, ni las medidas que emane de esta cámara.