Petición de fin de la violencia
Europa pide que cesen los conflictos en Nicaragua y apuesta por el diálogo
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, remite una carta al ministro de Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, en la que exige el fin de “la violencia, la represión y las detenciones arbitrarias” y confirma la disposición de la Unión Europea a acompañar y apoyar el proceso de diálogo nacional.
Tras la decisión de los participantes en la mesa de diálogo nacional de invitar a organismos internacionales como observadores del proceso, la Alta Representante ha asegurado que la UE está preparada para prestar su apoyo, en particular en lo relativo a la democratización y las cuestiones electorales para llevar a cabo las reformas necesarias y un proceso electoral “totalmente democrático y a tiempo”. Mogherini confirmó en rueda de prensa que su ofrecimiento no ha recibido respuesta por el momento, si bien envió la misiva durante la tarde del lunes por lo que aún no ha transcurrido el tiempo suficiente.
Además, en su carta ha recalcado que espera “el fin inmediato de la violencia, la represión y las detenciones arbitrarias y que se respeten las libertades fundamentales”. También expresa sus condolencias a todas las víctimas de la violencia y pide que los culpables sean puestos a disposición de la Justicia, así como el desmantelamiento de los grupos armados irregulares. Según el comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), “solo un diálogo integral sobre Justicia y democracia permitirá una solución pacífica a la crisis de Nicaragua, que responda a las demandas legítimas de la población”. Para ello, la jefa de la diplomacia europea reitera la necesidad de aplicar las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y aplicar de manera efectiva lo que han acordado las comisiones en el diálogo, en especial la de verificación y seguridad y las de justicia y democratización. Asimismo, para responder a las necesidades humanitarias de la población, la UE destina alrededor de 300.000 euros para reforzar la asistencia prehospitalaria y para el transporte de los heridos. También incrementa su apoyo a los activistas y organizaciones de Derechos Humanos.