No a “inmigrantes económicos”

El Gobierno de Hungría promete que registrará a “todas” las personas que lleguen de forma irregular al país al margen de dónde procedan, pero advierte de que deportará al último Estado de tránsito a aquellos que sean considerados “inmigrantes económicos”.

02 sep 2015 / 10:25 H.

El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, recordó ante los periodistas que su Gobierno no apoyó el sistema de cuotas establecido junto a los socios europeos, ya que entiende que supone un efecto llamada tanto para inmigrantes como para mafias.
Budapest, sin embargo, se comprometío a “registrar a todos los inmigrantes, independientemente de que (Hungría) no sea el primer Estado miembro (de la UE) por el que entran”. “Registraremos a todos los que presenten una solicitud de asilo y llevaremos a cabo el procedimiento”, explicó Szijjarto, en los márgenes de un foro empresarial en la ciudad de Bled.
Si la solicitud recibe una respuesta “positiva”, el “refugiado” puede quedarse. De lo contrario, y dado que Hungría “no puede soportar la carga” de admitir a más “inmigrantes económicos”, devolverá a estos últimos a su último país de tránsito, puntualiza el jefe de la diplomacia húngara.
Discusión. Así mismo, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, discutirá sobre la crisis de refugiados este jueves en Bruselas con los máximos responsables de la Unión Europea. Orban se reunirá con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, así como con el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul.
Por otra parte, el portavoz del primer ministro confirma que además, los líderes de los países del grupo de Visegrado —Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría— mantendrán una cumbre extraordinaria este viernes en Praga. Los centroeuropeos pretenden evitar propuestas de Bruselas en las que prevén que los países miembro acepten cuotas vinculantes para compartir la carga de inmigrantes y solicitantes de asilo que están cruzando el Mediterráneo hacia Italia y Grecia.