Expectación ante una jornada electoral en Francia decisiva

06 may 2017 / 18:51 H.

Emmanuel Macron tiene este domingo la posibilidad de hacer historia en la política francesa, no sólo porque puede convertirse en el presidente más joven, sino porque aspira a hacerlo sin el aval de un gran partido. El líder del movimiento `En Marcha! llega a su gran cita con el respaldo de la amplia mayoría de la clase política gala y de numerosos líderes extranjeros espantados por una hipotética victoria de la ultraderechista Marine Le Pen. Macron cumplió los pronósticos el 23 de abril —primera vuelta de las elecciones presidenciales— y logró el 24,01 por ciento de los votos. Se impuso así a la líder del Frente Nacional, que con un 21,30 por ciento logró un simbólico paso a la segunda vuelta que también vaticinaban todos los sondeos. Ambos lograron dejar fuera a las dos grandes familias políticas —socialistas y conservadores— y pusieron en evidencia la reconversión de un país que busca, sí o sí, una alternativa a los partidos que se han repartido el poder en estas últimas décadas. Gane quien gane, habrá cambio en el Elíseo. Macron ha llegado a su gran cita en tiempo récord, después de pasar en apenas cinco años de asesor de programas para François Hollande a firme candidato a sucederle. Entre medias, ejerció de ministro de Economía, cargo que abandonó en agosto de 2016 para lanzarse a una aventura política que en su momento fue calificada de residual. Menos de un año después, el exministro es el único superviviente de una clase política moderada que ha aguantado a duras penas el envite de Le Pen. El Frente Nacional ha logrado construirse una sólida base electoral a golpe de populismo y de venderse como el único cambio posible, frente a un ‘establishment’ en el que también mete a Macron. Para Le Pen, Macron es el “heredero” político de Hollande, una tesis que ha repetido en estas últimas dos semanas al mismo ritmo en que su rival ha ido sumando apoyos dentro y fuera de las fronteras de Francia. La consigna para la mayoría está clara: cualquier opción es mejor que tener al Frente Nacional en el Elíseo. La misma noche electoral, el líder de `En Marcha! logró un respaldo explícito de François Fillon y Benoît Hamon, candidatos presidenciales de Los Republicanos y el Partido Socialista, respectivamente. El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Melénchon, ha sido el único gran rival que ha obviado dar una consigna clara más allá de decir que nunca votaría a Le Pen. También ha pedido el voto para Macron y contra quien defiende las “fronteras del pasado” el actual presidente de Francia, François Hollande, así como el exmandatario estadounidense Barack Obama. La canciller alemana, Angela Merkel, ha deslizado igualmente un apoyo velado al describir al exministro de Economía como un presidente “fuerte” para Francia.