El mayor ciberataque de la historia, según Europol

Los expertos estiman que el virus malicioso afecta a más de 50.000 organizaciones de un centenar de países

    14 may 2017 / 11:02 H.

    La agencia de cooperación policial europea Europol moviliza a su unidad de ciberdelincuencia para investigar el ataque sufrido el viernes por miles de organizaciones de, al menos, un centenar de países, considerado de “un nivel sin precedentes” en la historia. El Centro Europeo de Ciberdelincuencia está trabajando “estrechamente” con los Gobiernos que se han visto afectados, entre ellos España, en la medida en que la institución considera necesaria una “compleja investigación internacional” para esclarecer el alcance y la autoría del ataque con “ransomware”. Los expertos estiman en más de 50.000 el número de organizaciones víctimas de los ataques, atribuido inicialmente al virus “Wanna Cry”. Según los testimonios que se han ido conociendo en estas últimas horas, los “hackers” exigían el pago de dinero en bitcoins a cambio de liberar los sistemas.

    Entre los objetivos alcanzados figurarían empresas españolas como Telefónica, así como el sistema de salud pública británica y varias entidades financieras rusas. Ayer también se conocieron acciones contra la firma automovilística francesa Renault, la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn y varios de los principales hospitales de Indonesia. De hecho, la Fiscalía de París abrió una investigación penal por la oleada de ataques informáticos perpetrados en las últimas horas a nivel mundial por un presunto delito de “acceso e injerencia fraudulenta en sistemas automatizados de datos”, “obstáculos al funcionamiento” de estos sistemas y “extorsión e intento de extorsión”, según confirmas fuentes judiciales galas.

    En China, varias escuelas y universidades fueron también víctimas del ataque. Los medios estatales no especificaron qué centros se han visto afectados, aunque hablan de “docenas”. En las redes sociales, varios estudiantes publicaron fotografías de las pantallas de sus ordenadores con el mismo mensaje visto en otras partes del globo, aunque en mandarín, que pide dinero a cambio de acceder a los ficheros.