El matadero de Renania ya tiene más de 1.500 contagios

Las autoridades del estado de Renania del Norte-Westfalia impusieron medidas de confinamiento en el distrito de Guetersloh, situado en el oeste de Alemania y en el que se encuentra emplazado el matadero del grupo Toennies en el que se detectó un brote con más de 1.500 trabajadores contagiados con covid-19.

El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, ha anunciado la imposición de las medidas de confinamiento como consecuencia del brote en el matadero y ha avanzado el despliegue de cientos de agentes de la Policía para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas a los más de 6.000 trabajadores de esa planta cárnica.

El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia ha advertido de que el brote es “el mayor incidente de contagios” en este estado y en todo el país aunque subrayó que la mayoría de los contagios se dan entre trabajadores del matadero y de la planta cárnica asociada. Hasta la fecha, las autoridades sanitarias confirmaron el contagio de 1.550 trabajadores y otros 24 casos de personas que no trabajan en esa empresa. Los agentes de Policía también darán ayuda humanitaria a los ciudadanos afectados por el confinamiento. El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia señaló que se enviarán intérpretes polacos, rumanos y búlgaros a la zona. Muchos de los empleados del matadero son ciudadanos de Europa del Este. Desde su cuenta de Twitter, el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia dijo que el confinamiento ya se ha puesto en marcha en el distrito de Gutersloh y que implica el cierre de los colegios y de las guarderías.

Las medidas incluyen una cuarentena para todos los trabajadores del matadero de Toennies y para las personas no contagiadas que estuvieron en contacto con los profesionales de la planta cárnica. El Instituto Robert Koch, la agencia gubernamental alemana encargada del seguimiento de enfermedades infecciosas, ha desplegado su personal en el distrito para vigilar el brote y dar recomendaciones. La reimposición del confinamiento en el distrito de Guetersloh, que acoge a unas 370.000 personas, obligará al cierre de gimnasios, cines y bares y provocará la cancelación de numerosos eventos culturales.

Se desconoce todavía si los residentes del distrito tienen autorización para abandonarlo. En respuesta a una pregunta de la prensa sobre si los residentes podrán irse de vacaciones, Laschet ha dicho que esa opción es posible pero luego pidió a los vecinos de Geutersloh que se queden en su zona. Las autoridades planean una campaña masiva de pruebas de detección del virus para todos los residentes de la región.