Ejecución en Irak de unas 300 personas
La mayoría de los asesinados por el grupo yihadista Estado Islámico eran miembros de las fuerzas de seguridad
La coalición de milicias progubernamentales iraquí Fuerzas de Movilización Popular asegura que el grupo yihadista Estado Islámico ha ejecutado a unas trescientas personas en la localidad irakí de Mosul, la mayoría de ellas eran miembros de las fuerzas de seguridad.
El portavoz del grupo —integrado mayoritariamente por milicias chiíes—, Mahmud al Surji, afirmó que entre los ejecutados figuran además varios activistas, sin dar más detalles al respecto, según informó el portal local de noticias Iraqi News. Situada a cuatrocientos kilómetros al norte de Bagdad, Mosul es el siguiente objetivo que marcado por las Fuerzas Armadas iraquíes tras recuperar en diciembre la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Anbar (oeste).
La ciudad de Mosul, con mayoría de población suní, tenía dos millones de habitantes antes de que cayera en manos del grupo terrorista dirigido por Abu Bakr al Baghdadi en junio del pasado 2015, durante su avance por el norte y el oeste de Irak.
Las autoridades iraquíes apuntaron que las Fuerzas de Movilización Popular, que cuentan con el respaldo de Irán, podrían participar en las operaciones en Mosul, después de no hacerlo en Ramadi para evitar tensiones con la población suní.
Las fuerzas leales al Gobierno oficial libio realizaron ataques aéreos contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad libia de Derna, en el este del país, según aseguró un portavoz de esta Administración. Las fuerzas que encabeza el general Jalifa Haftar lanzaron uno de los ataques sobre la zona de Hay Arrbamiya, controlada por los milicianos islamistas. Un testigo también ha confirmado un bombardeo, aunque no ha podido dar detalles sobre daños personales o materiales. Un portavoz del Ejército Nacional Libio, AbdulKareem Sabra, explicó que un caza MiG-23 se estrelló durante las operaciones, “debido a un fallo técnico”. “El piloto pudo escapar y está bien”, añadió. El vacío de poder que impera en Libia, con dos gobiernos rivales, permitió el avance de grupos islamistas como Estado Islámico, que ganó presencia en Derna y tiene Sirte como uno de sus principales bastiones.