Dilma Rousseff, está convencida de seguir en su puesto: “No voy a dimitir”

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, negó que tenga previsto abandonar su puesto tras los últimos escándalos de corrupción que salpican a su gobierno y al Partido de los Trabajadores (PT). “No voy a dimitir”, zanjó.

La oposición pidió responsabilidades a la mandataria después de que se hayan intensificado las investigaciones contra su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva. La Fiscalía pidió prisión preventiva para Lula por, supuestamente, haber recibido un piso de lujo de una de las empresas implicadas en la trama Petrobras.

Rousseff insistió ante un grupo de rectores en que “no hay base legal o jurídica” para las acusaciones contra su mentor, según informaron los medios brasileños. En este sentido, advirtió de que la petición de arresto formulada por el Ministerio Público “no se sustenta” y “no se justifica” e incluso dijo que sería un “orgullo” contar con Lula como ministro. “No se puede romper con los principios básicos de la democracia”, afirmó la presidenta, sobre quien también se cierne un proceso de “impeachment” (juicio político) por las presuntas irregularidades cometidas durante su mandato. Rousseff zanjó con un “nunca” las especulaciones sobre su dimisión —una “invención” según sus propias palabras—. “Quien quiera mi renuncia tiene que proceder de acuerdo con la Constitución. No dimito sin que haya un motivo”, apostilló.

Las tensiones comenzaron a exteriorizarse en el seno del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio del gobernante Partido de los Trabajadores, que ostenta la vicepresidencia del Ejecutivo a través de Michel Temer. “Es un momento muy delicado”, dijo el número dos del PMDB, el senador Valdir Raupp. “El país necesita un cambio de rumbo en estos momentos”, defendió, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.