Denuncia por el desplazamiento de refugiados a zonas inseguras

    08 ene 2018 / 09:17 H.

    Las Fuerzas de Seguridad iraquíes expulsan a los desplazados de los campos donde se protegían de la guerra contra Estado Islámico a zonas inseguras, concretamente en la provincia de Anbar, donde quedan expuestos a las minas antipersona o a la violencia de las “patrullas callejeras”. Así lo constataron trabajadores humanitarios presentes en la zona. Todo parte de lo que, consideran una maniobra electoral del primer ministro del país, Haider al Abadi, para ganar las próximas elecciones parlamentarias sobre un mensaje de retorno a la normalidad después de años de lucha contra la organización terrorista, que obligó a más de dos millones de iraquíes a abandonar sus hogares.

    Al Abadi —aseguran— quiere aprovechar la ola de popularidad sobre la que se mueve en estos momentos para devolver lo antes posible a los desplazados a sus hogares para votar en los comicios, dado que solo pueden depositar sus papeletas en su zona de empadronamiento. Cualquier retraso electoral motivado por la ausencia de votantes podría disminuir el impacto de su victoria contra Estado Islámico entre el electorado. Al Abadi se encuentra ahora mismo en una posición más difícil de lo que cabría pensar en un primer momento tras vencer a los yihadistas y necesita una victoria en las urnas frente a los chiíes.