Amigos y adversarios en la despedida de Peres

Barack Obama se quedó de pie junto a Benjamin Netanyhau

    01 oct 2016 / 11:57 H.

    Bajo un toldo blanco en una colina de Jerusalén, antiguos amigos y viejos adversarios se sentaron hombro con hombro para despedir al expresidente israelí y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres. Decenas de líderes mundiales y cientos de dignatarios se congregaron en el cementerio del Monte Herzl de Jerusalén, algunos abrazándose de forma calurosa, otros saludándose con más cautela, intentando dejar de lado brevemente las diferencias que les separan.

    El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su esposa, Sara, estrecharon las manos e intercambiaron unas breves palabras con el presidente palestino, Mahmud Abbas, quien sonrió, en la primera vez que los líderes rivales se veían en Jerusalén desde 2010. “Mucho tiempo, mucho tiempo”, comentó Abbas. Netanyahu, que acusa repetidamente al presidente palestino de incitar a la violencia y el odio hacia los israelíes, le agradeció que haya acudido, afirmando: “Es algo que aprecio mucho en nombre de nuestro pueblo”.

    Poco después, Abbas tomó asiento en primera fila entre el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, sirviendo él mismo de separación entre dos dirigentes que mantienen posturas enfrentadas respecto al futuro de Europa. Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, llegó con una gran delegación. Besó a Abbas en ambas mejillas y estrechó las manos a los familiares de Peres, así como con otros líderes y altos cargos, antes de quedarse en pie en silencio junto a Netanyhau, con el que desde hace tiempo mantiene una relación bastante tensa.