Al menos 89 personas mueren por la explosión del oleoducto

La fuga se detectó horas antes de que se produjera el desastre en México

22 ene 2019 / 08:59 H.

Al menos 89 personas han fallecido por la explosión registrada el viernes en una toma clandestina de un oleoducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, según un nuevo balance de víctimas dado a conocer este lunes por el ministro de Salud, Jorge Alcocer. Además, 51 personas siguen hospitalizadas por el siniestro, ocurrido a raíz de una fuga en la tubería. El despliegue de las fuerzas de seguridad no impidió que cientos de personas de municipios cercanos acudiesen a la zona para recoger el combustible.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido atender a las familias “de manera directa”. “Esto va más allá de lo material, tiene que ver con lo humano, y no hay límites”, ha destacado el mandatario este lunes en rueda de prensa. El Gobierno analizará la situación de más de 80 poblaciones aledañas a los oleoductos con el objetivo de establecer un Plan de Bienestar con el que aspira a dar una “vida digna” a un millón de familias. Al mismo tiempo, también aspira a combatir el robo de combustible. “Necesitamos el apoyo de los pobladores para ir aislando a los que han hecho de esta actividad ilegal, riesgosa, inhumana, un lucro”, ha declarado López Obrador, en alusión a una práctica que le costaría a las arcas públicas mexicanas unos 65.000 millones de pesos (casi 3.000 millones de euros) al año. El ministro de Seguridad de México, Alfonso Durazo, informó el pasado domingo de que la fuga del oleoducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, donde se produjo una explosión que se ha saldado hasta el momento con 85 muertos, se detectó horas antes de que se produjera el desastre.

Tal y como ha explicado Durazo, Pemex no cerró la válvula cuando fue puesta al corriente de la fuga dado que consideró que ésta carecía de “importancia”. Los efectivos del Ejército desplegados en la zona habrían detectado la fuga unas cuatro horas antes de que Pemex cerrara finalmente la válvula. La explosión se produjo alrededor de las 19.00 (hora local) del viernes tras una fuga de combustible a la que habían acudido cientos de personas de los municipios cercanos. Se calcula que cerca de 1.000 personas se encontraban en el lugar para recoger combustible cuando se produjo la deflagración.