Valdepeñas vive su día más grande

La Feria de Valdepeñas vivió ayer uno de los momentos más intensos y esperados. A las cinco de la tarde, la imagen del Cristo de Chircales llegó a las Eras de Santa Ana.

02 sep 2014 / 10:04 H.

Desde su Ermita a Valdepeñas fue cargado a hombros de mujeres que, a pesar del calor asfixiante, recorrieron los 5 kilómetros que separan el templo de Valdepeñas. El bochorno no pudo con la satisfacción de haber disfrutado de la oportunidad de vivir en primera persona una de las celebraciones religiosas más importantes de la Sierra Sur. Horas después, a partir de las ocho, el Cristo fue trasladado desde las Eras de Santa Ana hasta la parroquia. Uno de los momentos más esperados de todo el año por los valdepeñeros y devotos de los pueblos y ciudades colindantes. Con gran emoción, se asistió al recorrido por la calle Bahondillo repleta de fieles, donde los vivas al “Señor de Chircales” fueron continuos y sinceros.Las miradas al Cristo a su paso son profundas, las mejillas se llenaron de lágrimas de emoción, de súplica, de agradecimiento, los mayores trasmiten su fe a los jóvenes y niños solo con el gesto de emoción. 

A lo largo de dos meses, el templo parroquial de Santiago Apóstol donde se aloja la venerada imagen abrirá sus puertas en horario de mañana y tarde, para que pueda ser visitado. Es la dulce “resaca” de estas fiestas, que se prolongan del 1 al 5 de septiembre. Además de esta honda expresión popular, al filo de la media noche un espectáculo musical de fuego y color, de gran belleza plástica, iluminó el pueblo. En la caseta municipal la actuación de dos grupos musicales dio paso a la verbena popular, hasta la madrugada. La jornada de ayer fue intensa y comenzó temprano. Un repique general de campanas y una gran andanada de cohetes anunció a los valdepeñeros y visitantes el comienzo oficial de los festejos. En el concurso culinario que se celebró poco después, José Billete y compañía fueron los que obtuvieron el premio de 100 euros concedido por la elaboración del mejor guiso de migas.

Por la mañana, se organizó una gran cabalgata de gigantes y cabezudos, con un largo recorrido por todos los barrios de la ciudad, acompañados por la agrupación musical Benito Ortega. La culminación llegó en la Plaza de la Constitución, donde se disfrutó del “Paquito el Chocolatero”. A las doce de la mañana, la cofradía matriz del Cristo de Chircales recibió a la entrada del pueblo a la filial de Jaén. Un nutrido grupo de hermanos se traslada desde la capital para asistir a los actos en estos días, que son dos procesiones del Cristo de Chircales por las calles del municipio y dos funciones religiosas en la parroquia, además de todo un programa de feria.

Las celebraciones comenzaron con la inauguración del alumbrado especial de fiestas y la actuación en la Caseta Municipal de grupos locales de bailes. A continuación se coronaron a las reinas y los míster de los festejos. Laura Marchal puso en escena la “Danza Árabe”; las alumnas de Juana Mari Escabias también protagonizaron un lucido espectáculo, como brillante fue también la interpretación dirigida por Dori Extremera Milla. En cuanto a los más guapos, los títulos recayeron en Celia Mora Peinado, reina juvenil, mientras que en la categoría infantil fue Ahinoa Serrano Gutiérrez. El míster juvenil es Antonio Manuel Chica Baeza y Rubén Mora Gómez, el infantil. El numeroso público reunido aplaudió el acto. La alcaldesa, Mari Paz del Moral, y la concejal de Festejos, Ana Sánchez Jiménez, junto con las reinas y “místers” salientes fueron los encargados de distinguir a los que disfrutarán del título.