Un olivar en el corazón del Perú

Juan Espejo, Rafael Casas, Ángel González / Enviados especiales
Entre los regalos que la expedición jiennense llevó a tierras peruanas se encontraban seis plantones de olivo y aceite virgen extra de la mejor calidad en diferentes formatos. Durante su  visita al Perú se interesaron por  el conocimiento de esta cultura milenaria que supone, a su vez, el principal sustento económico del Jaén español.

    02 ago 2010 / 09:44 H.

    Las informaciones sobre el olivar y el aceite de oliva ocupan, cada año, como no podía ser de otro modo, miles de páginas en Diario JAEN. Entre la deformación profesional y la curiosidad periodística, los integrantes de la expedición jiennense rastrearon durante su visita sus huellas en tierras peruanas. Los periodistas se llevaron más de una sorpresa. De partida, los peruanos lo asocian a un producto de lujo, un auténtico oro líquido, por lo que su uso es para contadas ocasiones, principalmente como aliño para ensaladas. Pero nada de un chorreón generoso: unas gotitas a lo sumo. Otras grasas vegetales, como los aceites de soya (soja), girasol o algodón son los más utilizados en las cocinas peruanas, además de por su alta producción, por su precio. En este sentido, en los lineales de los supermercados peruanos una botellita de aceite de oliva de 250 mililitros ronda los 18 soles —unos 5 euros— y el precio del litro  se sitúa en torno a los 55 soles —unos 15,5 euros—, lo que no dejan de ser precios verdaderamente privativos para muchos jaenos. Ayuda a entenderlo recordar que el sueldo medio en Jaén de Bracamoros se sitúa en torno a los 600 soles.

    Un jardín de árboles mediterráneos
    El obispo vicario apostólico de Jaén, Santiago María García de la Rasilla Domínguez, madrileño, al recibir aceite de oliva jiennense, fue quien puso sobre la pista a los periodistas sobre la existencia de un bello olivar en el distrito limeño de San Isidro. Tomaron buena nota y durante la visita a la capital del Perú reservaron un hueco en su agenda para conocer tan singular espacio. Y mereció la pena por su belleza y su historia. En el año 1560, Antonio de Rivera llevó  de España al Perú numerosos olivos, pero, según las crónicas, sólo tres consiguieron llegar vivos, por lo que se plantaron. A partir de ellos, consiguieron propagarlos en la zona, de tal forma que en 1730 se contabilizó la existencia de 2.000 árboles y un siglo después, en 1828, se superaban los 2.828 árboles. El último de los censos realizados, en el año 2000, fijaba en  1.519 olivos. El Olivar de San Isidro fue declarado Monumento Nacional en 1959. Se ubica a seis kilómetros de la Plaza Principal de Lima y registra una extensión de 23 hectáreas.  Por otro lado, hay un colegio dirigido por los jesuitas bajo el nombre de La Inmaculada. Cuenta con un amplio huerto, que utilizan con fines pedagógicos y cuyos productos son vendidos a los padres de los alumnos o aquel que esté interesado. Cultivan olivos y elaboran su propio aceite de oliva. El precio de la botella de medio litro es de 17 soles y la de litro 30 soles, altamente competitivos si se tienen en cuenta los precios de mercado en  el Perú. Además, también se pueden adquirir aceitunas negras y verdes.

    Buenas relaciones entre España y Perú
    Los periodistas de Diario JAEN aprovecharon la estancia en Lima para visitar la Embajada de España en el país suramericano. Fueron recibidos por el ministro consejero, Alfonso Tena, ya que el embajador, Julio Albi, se encontraba de vacaciones. El director del periódico jiennense, Juan Espejo,  le explicó el motivo de la estancia en el país peruano, enmarcada dentro de la campaña “12 retos, 12 meses”, con motivo del 70 aniversario del rotativo. Señaló que el objetivo marcado consistía en establecer un puente comunicación entre las dos  provincias que comparten el nombre de Jaén y que sirva de punto de arranque para un futuro hermanamiento. Tena, que se interesó por la iniciativa, hizo un repaso por las principales características del país suramericano. Económicamente, atraviesa un momento dulce, con unas cifras macroeconómicas muy buenas y un crecimiento del 1%, el pasado año, en pleno contexto de crisis mundial. Puso el acento en el importante dinamismo, que ha conllevado un cambio muy significativo en los últimos 15 años. Destacó, además, el libre comercio con EE UU. 
    Alfonso Tena puso el acento en las buenas relaciones existente entre España y Perú y aseveró que no hay riesgos significativos para los intereses empresariales puestos en el país. Como principales inversoras sobresalen Telefónica, Repsol y Endesa. Explicó que, en los últimos años, están llegando grandes consultoras españolas con importantes proyectos. También dijo que se empieza a percibir inversión en nuevos destinos turísticos. “Muchas empresas  españolas han optado por salir al exterior para sobrevivir en un contexto de crisis como el actual  y están cosechando buenos resultados. En cuanto al Norte de Perú, donde se ubica la provincia de Jaén, hizo hincapié el alto crecimiento económico de Chiclayo, apoyado en la industria agroalimentaria. También destacó la construcción y la minería como importantes puntales del crecimiento. En cuanto al número de españoles residentes en el país, concretó que se encuentran unos 14.000, aunque la cifra puede ser superior por los que cuentan con la doble nacionalidad. El ministro consejero de la Embajada de España en Perú recibió del director de Diario JAEN algunos recuerdos, como aceite de oliva virgen extra y un pisapapeles que reproduce un ejemplar del rotativo jiennense.

    Compromiso español con el desarrollo
    España desempeña una amplia labor de apuesta por el progreso del Perú a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). La Oficina Técnica de Cooperación (OTC) en el país peruano está integrada en la estructura orgánica de la agencia y trabaja desde el 1 de abril de 1986 en “el cumplimiento de las estrategias y las acciones dirigidas a la promoción del desarrollo sostenible humano, social y económico y la erradicación de la pobreza”. Según explicó Patricia Ramos, adjunta a la coordinadora de la OTC en Perú, los datos de 2008 ponen de manifiesto que España ocupó el primer puesto en cuanto a inversiones destinadas PARA proyectos de cooperación en el Perú. Entre los datos que destacó, sobresalen que 138 ONG españolas desarrollan intervenciones en  el país. De ellas, 33 tienen sede peruana. En total, se impulsan 900 proyectos. Asimismo, 81 empresas abanderan iniciativas, de las que 18 corresponden a programas de responsabilidad social empresarial. Los principales ámbitos de los proyectos de desarrollo social se centran en la educación, la salud y el patrimonio. Asimismo, 145 ayuntamientos, 33 diputaciones y 15 comunidades autónomas apoyan iniciativas para el desarrollo en Perú.
    En el caso de Cajamarca, el departamento en el que se encuentra la provincia de Jaén, los proyectos supervisados por la OTC son el fortalecimiento del Ministerio de Educación para el desarrollo de la educación inclusiva en el Perú, el programa de descentralización y reforma del Estado de la República del Perú y la Red de Centros de Formación Técnica en el Área Rural.

    El Perú, en el ojo de los inversores
    Las posibilidades de negocio en el Perú, una de las pocas economías en crecimiento en un mundo en franco declive financiero, son enormes. La nacionalidad de los inversores así lo manifiesta, con una confluencia de distintas procedencias en Lima, epicentro de la República y de la pujante economía peruana, que en nada envidia a cualquier capital del mundo adelantado, más conocido como Occidente. El director de Diario JAEN, Juan Espejo, tuvo una reunión con inversores bolivianos en Perú, con intereses en los sectores del gas, la automoción y la consultoría de cuentas, con Jaime Paz Pereira, ex diputado boliviano e hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, a la cabeza. La convulsión política y la falta de garantía jurídica para las empresas y los empresarios en países cercanos como Ecuador, Colombia, Bolivia o Venezuela, coloca a Perú en el epicentro del interés de los inversores internacionales. La sociedad peruana, tras la estabilización de la política nacional, convulsa por la década estruendosa y corrupta de Fujimori, ha entrado en un tiempo de crecimiento que se aprecia en cualquier lugar del país. Es el caso de Chiclayo, al norte, de poco más de medio millón de habitantes, pero cuyo entorno metropolitano acoge otro medio millón y se ha convertido en ejemplo de sociedad de consumo y vitalidad económica. Así lo atestigua el empresario jiennense Eladio Quiles, junto con su hermano, responsable de una empresa de construcción que desde Puente del Obispo se expande por el mundo. La firma, Hermanos Quiles Punzano, S. L., con una trayectoria de más de 60 años y con unos 50 trabajadores, opta  a la construcción de 5.000 viviendas para una potente agroindustria, llamada Pomalca, S. A. La ubicación sería en Chiclayo, en el departamento de Lambayeque, en el Norte de Perú. En el caso de que se les adjudique el proyecto, asumirían tanto las labores de urbanización, como la edificación de las 5.000 viviendas, así como una planta para el tratamiento integral del agua. Esta sólo sería la primera fase de una intervención de mayor envergadura, con una previsión de 25.000 viviendas en unos terrenos de 30.000 hectáreas.
    Eladio Quiles explica que este no es el único proyecto al que optan en el Perú y destaca el interés por abrirse camino allí. “Necesitan nuestra tecnología y nuestra experiencia para asumir estas intervenciones”, apostilla. El empresario jiennense añade que se trata de una buena oportunidad en un contexto de crisis como el actual, aún más preocupante en el sector de la construcción. “Necesitamos trabajar para mantener nuestra empresa”, asevera. Espera que su empresa sea finalmente la adjudicataria, lo que se conocerá el próximo septiembre.

    Un centro de primera para los españoles
    El Centro Español en Lima sorprende sobremanera al visitante. No sólo por sus magníficas instalaciones —en su interior cuenta con un teatro con el que soñaría más de un municipio— sino por la intensa labor que realiza. La expedición jiennense fue recibida por el almeriense José Vallés Calatrava, consejero de Trabajo e Inmigración de la Embajada de España en Lima; el burgalés Eugenio López Pérez, presidente del Centro Español en Perú, y Carmen Pérez Poyón, del Centro Andaluz  La actividad que se desarrolla es intensa y se apuesta por la difusión de la cultura española, la preservación de la señas de identidad. Además de dar cobijo a las sedes de los centros regionales, también acoge la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), una biblioteca, campo deportivo, un centro médico, teatro, restaurante y centro de día, entre otros. La Asociación de Jóvenes Españoles del Perú también tiene su sede en el Centro Español. Difunde la cultura española y fomenta la participación activa dentro de la comunidad. Además, funciona como punto de información juvenil y trabaja en red con otros colectivos.
    Uno de los centros regionales más activos es el de Andalucía. Según explica Carmen Pérez, hija de sevillanos, además de velar por las señas de identidad, realizan diversas actividades y festejan, entre otras, la Feria de Abril, el 28 de febrero —Día de Andalucía— y la romería de la Virgen del Rocío. De hecho, una imagen de la Blanca Paloma preside la sede andaluza.
     
    Encuentro entre un jaeno y un jiennense
    La visita al Centro Español deparó un encuentro especial entre un jiennense y un jaeno. Manuel del Sol Cobaleda tiene 79 años y nació en Villanueva del Arzobispo. Su padre era de este municipio y su madre procedía de Jaén. Hace 49 años que abandonó España por motivos laborales. Llegó soltero y  en el Perú se enamoró de la que posteriormente sería su esposa y madre de sus hijos. No se arrepiente de haberse quedado en Perú, pero reconoce que, a pesar de las casi cinco décadas transcurridas, aún recuerda con nostalgia su país e, incluso, los juegos de su infancia. Suele hacer viajes frecuentes a España y compartir buenos momentos con sus hermanas, residentes en Madrid y Barcelona. También ha visitado Jaén, donde aún hay primos apellidados Cobaleda. Por otro lado, afirma que nunca ha conocido Jaén de Bracamoros, a pesar de sus casi cincuenta años en el país.
    Por su parte, Gilmer Alarcón Requejo nació en la provincia peruana de Jaén y es profesor de Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Parte de su trayectoria profesional la desarrolló en Madrid, lo que le permitió obtener la nacionalidad española. En su encuentro con Diario JAEN, regaló al director del periódico jiennense, Juan Espejo, un estudio sobre la emigración española en Perú. Asimismo, invitó al director a mantener, en el futuro, contactos entre la Universidad y el rotativo provincial.

    Peruanos residentes en el Santo Reino
    Los datos del último Censo de Población y Vivienda de 2001 apuntaban que en la provincia de Jaén había registrados 25 peruanos. Una situación que, según los propios integrantes del colectivo, ha cambiado y son muchos más los que residen en esta tierra. En España, superan los 100.000 y son la séptima nacionalidad en número de residentes en la “piel de toro”. Pío Zelaya, José Mollehuanca, Silver Carrasco, Boris Vera y Moisés Bellido son cinco peruanos residentes en Jaén. Pretenden dar los pasos necesarios para su constitución como asociación, aunque actualmente se encuentran integrados y participan de las actividades del Colectivo Latinoamericano de Jaén. Hacen un llamamiento a los peruanos interesados para que se pongan en contacto a través de dos correos electrónicos: moyal@hotmail.com y colectivo  latinoamericanojaen@gmail.com . “La dispersión es una de las características que definen la situación actual. Prácticamente, nos hemos ido conociendo por casualidad, a través de conocidos, pero no contamos actualmente con una asociación constituida como referencia para la población peruana”, manifiesta  Pío Zelaya, médico y psicoanalista limeño que lleva 5 años en Jaén y 10 en total en España.
    Los principales motivos que llevaron a este grupo a emigrar de su tierra son laborales o familiares. Según explica Moisés Bellido, técnico audiovisual limeño, con 7 años de estancia en España, las facilidades legales y del idioma lo llevaron a decantarse por este país.
    La mayoría  no ha estado en  Jaén de Bracamoros, en Cajamarca, y tampoco conoce a algún jaeno que resida en la provincia española. A pesar de ello, explican que el Jaén peruano es muy conocido en todo el país por el conflicto territorial con Ecuador, que no se cerró definitivamente hasta el año 1998. Se decía: “Tumbes, Jaén y Maynas, ni de vainas”, para tirar por tierra las pretensiones ecuatorianas que reivindicaban esos territorios. Por su parte, José Mollehuanca, ingeniero electrónico natural del Cusco, que lleva 3 años en Jaén, afirma que sí conoce la ciudad de los bravos Pakamuros, y que tuvo la oportunidad de visitarla. Explica el motivo: “Mi hermano quería ser sacerdote e ingresó en el Seminario de Jaén de Bracamoros”. En cuanto a lo que más echan de menos, tienen claro que la familia y los amigos. Así lo rubrica el técnico electrónico de Ancash Silver Carrasco, que lleva un año y ocho meses en Jaén. También ocupa un lugar destacado la comida, de la que se sienten especialmente orgullosos los peruanos, y motivos nos les faltan.
    Boris Vera, nacido en Lima, llegó a Jaén hace un año y cuatro meses y del grupo es el último en llegar a tierras jiennenses. En Boston (EE UU), conoció a una española, con la que posteriormente se casó. Aunque es madrileña, trabaja en Jaén, motivo por el que la pareja se estableció en la ciudad. Uno de los principales aspectos que destaca de la ciudad es la tranquilidad.
    Desde la distancia, les gusta mantenerse informados casi a diario de lo que ocurre en su país. Creen que el Perú está en pleno proceso de cambio y que en los últimos años ha experimentado avances importantes en muchos ámbitos, especialmente, en el económico y el social.