Un grupo de adolescentes agrede y veja a un niño de 9 años en Jódar

Nuria López Priego / Jaén
Un grupo de “tres” adolescentes de entre 14 y 16 años agredió, el lunes, a un niño de 9 años en el municipio de Jódar. Lo ataron de pies y manos, lo golpearon y, supuestamente, después, lo rociaron con gasolina.

    29 jul 2010 / 11:13 H.

    Esto último, sin embargo, tendrá que determinarlo la Guardia Civil, que investiga el caso.
    “Yo no sé lo que me dio al ver a mi hijo en el estado en que llegó”, comenta Agustín Montavez Cueva. Este galduriense y su familia se han llevado uno de los peores “sustos” de su vida: tres adolescentes “de entre 14 y 16 años” ataron de pies y manos a uno de sus hijos, lo agredieron y lo rociaron con un líquido que podría ser gasolina.  Los hechos ocurrieron el lunes, “a eso de las cinco y media de la tarde”, apunta Montavez desde el restaurante Los Molinos, donde trabaja como camarero.
    Comenta que fue en la puerta de la iglesia del Santo Cristo, en el popular barrio de Fátima. “Se ve que mis chiquillos —tanto el agredido, de nueve años, como otro mayor, de diez— llegaron de los primeros y estaban esperando a que apareciera el cura”. El menor hará la Primera Comunión el próximo domingo y “esperaba para hacer los ensayos”, resalta el padre, al otro lado de la línea telefónica. En ese momento, a los hermanos Montavez Alcalá se acercaron “unos niños mayores” que ellos y, entonces, se produjo la agresión y las presuntas vejaciones.
    Pero, ¿cómo comenzó? ¿Cuáles fueron los motivos? Agustín Montavez desconoce las causas. “No sabemos cómo empezó ni nada”, confiesa. Pero la cuestión es que, en escasos minutos, “tres” adolescentes de entre “14 y 16 años” —según el relato de los niños— los rodearon e intentaron intimidar y agredir a los dos hermanos. Afortunadamente, el mayor, de diez años, “logró huir”, pero el pequeño no tuvo la misma suerte. “Lo ataron de pies y manos, lo echaron al suelo y lo rociaron con un líquido que desprendía un olor muy fuerte”, confirma el padre. Según los menores, era “gasolina”, pero explica Agustín Montavez que eso lo determinará el análisis de la ropa del pequeño que —según el padre— ha ordenado la Guardia Civil. “Para eso se quedaron la ropa”, apostilla el progenitor. La agresión duró escasos minutos. “Hasta que empezaron a llegar todos los niños que harán la Comunión el día 1”, reconoce Montavez, pero la imagen de su hijo pequeño, acompañado del mayor, que volvió al lugar para recogerlo y llevarlo a casa, era desconsoladora. “Tenía heridas en la nariz, en la frente y en la rodilla”, precisa el padre.  Y, ante la posible gravedad de las contusiones, decidieron llevar al pequeño al médico. “El moratón que tenía en la nariz era tal que tuvieron que hacerle una radiografía, porque creían que estaba rota”, apunta Montavez. Finalmente, la placa demostró lo contrario y tranquilizó a los padres del pequeño, pero —dice el galduriense—: “Esto ha sido un susto muy grande”. Para que se investigue lo que ocurrió y casos como estos no vuelvan a repetirse, un día después de los hechos, los progenitores del pequeño cursaron la denuncia pertinente en el cuartel de la Guardia Civil.