Los 'quads' no se podrán usar en la aceituna

Enrique Alonso/Jaén
La guerra de los “quads” sigue. El pasado año, ya se vivió el primer capítulo cuando se dijo que el vehículo no estaba permitido y, al final, el subdelegado del Gobierno, Fernando Calahorro, instó a los agricultores que acudieran a sus empresas de prevención para que revisaran si el vehículo cumplía la norma.
La Dirección General de Seguridad y Salud Laboral de la Consejería de Empleo organizó, ayer, una jornada para alimentar la cultura preventiva con la idea de reducir, al máximo, los accidentes de trabajo.

    05 oct 2010 / 16:42 H.

    Se denominó “Seminario sobre prevención de riesgos laborales en trabajos agrícolas: El uso seguro del tractor”. Sin embargo, a priori, parecía que  lo relativo a la maquinaria pesada estaba bastante claro. En cambio, si se puede utilizar el “quads” o no en el tajo aceitunero siembra tremendas dudas.
    La directora general de Seguridad y Salud Laboral, Esther Azorit, fue clara: “Los “quads” no son vehículos agrícolas, por lo que no están permitidos en los tajos. No cumplen las normas de prevención”. Indicó que hay que acudir a la legislación vigente para comprobar que la maquinaria agrícola tiene que estar equipada con cinturón de seguridad, sistemas antivuelco y otras normas técnicas, que no lleva este vehículo cuando sale de la tienda.
    En cambio, la jornada contó con las organizaciones agrarias que argumentaban —en las preguntas— que no existe ninguna ley o real decreto que impida tener estas máquinas en el campo, lo que ya generó dudas durante la pasada campaña. No obstante, los sindicatos argumentan que los empresarios se quieren aprovechar de un vacío legal que existe en la norma para introducir una maquinaria que es peligrosa para los jornaleros.
    Precisamente, esta fue la línea argumental del secretario general de la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras (CC OO), que recalca que los ponentes dejaron “muy claro” que los “quads” no son máquinas agrícolas, por lo que no pueden funcionar durante la actividad laboral que genera la recogida de la aceituna. “El real decreto es claro y refleja que debe estar equipado con barra antivuelco y cinturón de seguridad, entre otras medidas. Sabemos que correrán ríos de tinta con este vehículo, pero ahora tenemos que dejar claro que no está homologado, que es peligroso y que CC OO denunciará ante la Inspección Laboral a todos los empresarios que lo lleven a las fincas para trabajar”, dice Mariano Chinchilla.
    El secretario general de la Federación Agroalimentaria de la Unión General de Trabajadores (FTA-UGT) de Jaén, Antonio Marcos, es de la misma opinión: “Los ‘quads’ son motos de paseo y no vehículos agrícolas. Ya dijimos, el pasado año, que no era una máquina homologada para estar en los tajos”. Además, avisa de que hay agricultores que han comprado vehículos que no cumplen la normativa en algunas ferias o, directamente, en los concesionarios. Asimismo, UGT considera que hay muchos empresarios que no dan la formación necesaria a los trabajadores antes de ponerlos a conducir la maquinaria agrícola, por lo que implica un factor de riesgo más. Además, Antonio Marcos denuncia que algunos les piden que firmen la documentación que avala que han realizado los cursos sin acudir a ellos.
    “cero accidentes”. La directora general de Seguridad y Salud Laboral, Esther Azorit, deja claro que el Gobierno andaluz trabaja para que no exista un solo accidente en el campo. De ahí que recuerda que la Inspección de Trabajo estará muy atenta durante la campaña de recogida de la aceituna para comprobar que se cumple la normativa y anuncia un plan de ayudas para los agricultores que quieran comprar vehículos agrícolas que disponen de todos los dispositivos de seguridad. “Si todo marcha conforme a lo previsto, estarán a partir del 1 de enero. Ya existen, pero hemos  realizado modificaciones para agilizar la burocracia y aumentar la rapidez”, indicó la directora general.
    Las cifras que maneja la Consejería de Empleo indican que uno de cada tres accidentes mortales (33%) que se producen el campo están causados porque el tractor vuelca o atropella a un jornalero. Sin duda, un número muy elevado. Le sigue, el infarto (29%), que se produce por condiciones de trabajo malas o, simplemente, por hábitos del propio trabajador —obesidad o fumador, entre otros—, lo que resulta más complicado de contrarrestar.
    Jaén y Huelva aparecen como las provincias que más siniestros acaparan en la agricultura, por lo que el seminario de ayer se considera muy necesario. No obstante, la Consejería de Empleo recalca que el sector agrario tiene una estadística de 17 siniestros por cada 1.000 trabajadores, mientras que la media de la comunidad es de 35 por 1.000. No hay que olvidar que el sector servicios es el peor, con 50 percances por cada 1.000 asalariados. No obstante, la cifra ideal es cero, sobre todo, si se tiene en cuenta que, en 2010, ya han muerto dos trabajadores y un agricultor autónomo porque volcó su tractor —Escañuela, Villanueva de la Reina y Villatorres—. En 2009, cinco perdieron la vida por la misma causa y, en 2008, cuatro. En cambio, algunos no aparecen en la estadística oficial porque el sistema de muestreo los excluye porque son empresarios, autónomos o su negocio tiene sede social en otra provincia. Asimismo, la campaña de recogida de la aceituna gana, año tras año, en mecanización y se trabaja más deprisa para incrementar la calidad del aceite, lo que puede incrementar la tasa de siniestralidad si no hay una cultura preventiva..