Proyecto para integrar la dehesa y el olivar ecológico

La Consejería de Agricultura y Pesca participa en el proyecto de investigación 'Modelos experimentales de olivar adehesado', dirigido hacia la implantación del modelo de explotación de la dehesa en el olivar ecológico mediante el manejo de ganadería ovina para el control de la cubierta vegetal de este cultivo.

    02 ene 2012 / 15:31 H.

    La participación se canaliza a través de la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), que son los responsables de su ejecución y de las actividades de formación y divulgación, respectivamente.
    La iniciativa, incluida entre los proyectos innovadores asociados a la Red Rural Nacional en su convocatoria de 2010, tiene como promotora y coordinadora a la Asociación Grupo para el Desarrollo Rural “Subbética Cordobesa” y cuenta con las aportaciones de las universidades de Córdoba, Jaén y Granada, como responsables de las actividades experimentales que se contemplan en el proyecto.
    El proyecto tiene su justificación en la importancia paisajística, social y económica que ha tenido el cultivo del olivar en la historia de la comunidad andaluza que, al igual que en el caso de la dehesa, modelo de explotación agraria sostenible único en Europa, le ha hecho merecedor de una ley específica con la que se espera preservar este valioso patrimonio natural.
    A través de este estudio se persigue, entre otros fines, la puesta en valor de los diversos productos y servicios de los territorios del olivar, así como garantizar su desarrollo sostenible. Uno de los principales objetivos de este proyecto piloto será el aumento de la riqueza económica de las fincas olivareras objeto de actuación y la diversificación de su producción mediante su aprovechamiento ganadero, en línea con el Programa de la Red Rural Nacional, que contempla la financiación de experiencias innovadoras que contribuyan a la diversificación económica, modernización y mejora de la calidad de vida en el sector agrícola y ganadero y, en definitiva, a la multifuncionalidad del medio rural dentro del marco del desarrollo sostenible, ya que las fincas objeto de experimentación son de olivar ecológico.
    Con este proyecto se ha pretendido estudiar y experimentar la posibilidad de adecuar el modelo de explotación de la dehesa al cultivo del olivar ecológico, recurriendo a la incorporación de ganado ovino para el manejo y control de la cubierta vegetal de este cultivo. Esta iniciativa tendrá lugar en diversas zonas de Andalucía y Extremadura, dadas las similitudes geográficas, agronómicas y ganaderas de las zonas indicadas y con objeto de extrapolar en un futuro los avances obtenidos en materia de gestión de explotaciones de olivar ecológico a las de olivar convencional, como medida de sostenibilidad.
    Hasta la fecha, dentro del marco de este proyecto de investigación, se ha celebrado una serie de actividades como son cursos de formación en producción ecológica y olivar adehesado, jornadas de transferencia y divulgación dirigidas a olivareros, ganaderos y técnicos, elaboración de manuales sobre manejo de olivar ecológico, gestión de cubiertas vegetales en olivar adehesado, comparativa entre distintos sistemas de manejo de olivares y manejo de ganado ovino en olivar adehesado, y establecimiento de una red de fincas experimentales y de demostración para el estudio comparativo de distintos manejos de olivares.
    Apuesta por la diversidad
    A través de esta experiencia se espera repercutir en el desarrollo local y comarcal de la zona de trabajo, contribuyendo a la diversidad biológica, a una agricultura respetuosa con el medio ambiente, puntal fundamental para la lucha contra el cambio climático, así como a una diversidad en riqueza económica, al añadirse otro factor más de riqueza al agroecosistema, ya que no solo se obtendría aceite de oliva, sino también productos derivados de la crianza del ganado ovino ecológico.
    Con este estudio se han puesto los cimientos para poder evaluar los resultados que se obtendrán en los olivares con pendientes que son aprovechados por el pastoreo ovino y que son manejados con técnicas ecológicas para el control de la erosión y el mantenimiento de la productividad de los árboles. Además, supone el primer paso para abordar las diferencias productivas entre los olivares cuya cubierta vegetal se controla mediante pastoreo y los que se manejan mediante otros medios, mecánicos o químicos.
    Este proyecto de investigación ofrece la oportunidad de demostrar que la idea que tienen muchos olivareros de que su finca, si no está bien y claramente labrada, le da una imagen de “mal agricultor” ante sus iguales es obsoleta y falsa en olivares con pendientes más o menos pronunciadas. De hecho, existen muchos olivicultores, entre los que se encuadra la mayor parte de los olivareros ecológicos de la Subbética, que consideran que la mayor o menor presencia de cubierta vegetal puede ser un apoyo al mantenimiento de la capa fértil y de la humedad y no una muestra de dejadez en el manejo y cuidado de su explotación. Estos son los agricultores que mayor interés tienen para este proyecto a los que se pretende hacer ver, mediante visitas a los ensayos de sus fincas experimentales, que la oveja no daña al olivo, ya que su tendencia es comer hierba y no ramas, resultando preferible a otras formas de controlar las hierbas, como el uso de herbicidas, que no es efectivo para frenar la erosión ya que elimina la posibilidad de crear una cubierta vegetal que desarrolle raíces que sujeten el terreno. De esa forma se proporciona a los olivicultores una opción para cambiar sus métodos de manejo hacia unas prácticas más respetuosas con el medio ambiente que eviten la progresiva pérdida de suelo y la consiguiente merma de la producción y calidad del aceite.
    Binomio agricultura-ganadería
    Entre las primeras conclusiones de este estudio destaca que la forma más idónea de controlar la cubierta vegetal es mediante el manejo de ganadería ovina que realice la siega “a diente”, con dos opciones. La primera, que el agricultor posea su propio rebaño y decida la época y los tiempos de estancia del mismo, aprovechando los pastos, y la segunda, que permita el paso de ovejas por su finca para que se alimenten de la cubierta presente y sus excrementos puedan realizar un abonado natural del olivo sobre el terreno. Esto se haría en las épocas más favorables para el olivar, coincidiendo con el final del invierno o comienzos de primavera, aunque su permanencia podría prolongarse en el tiempo, si se considera conveniente.
    Asimismo, se evidencia que el olivar adehesado supone un aumento de la biodiversidad del medio, mejorando las sinergias derivadas de la presencia de un mayor número de especies polinizadoras y contribuyendo al establecimiento de un equilibrio medioambiental en el que queda integrada la presencia humana.
    Además, desde el punto de vista económico y social el binomio de la agricultura y ganadería en una misma explotación supone una mayor estabilidad y rentabilidad para la diversificación de las producciones obtenidas de una misma explotación y el sostenimiento del empleo agrario durante todo el año, y no solo en la época de recolección de la aceituna, favoreciendo así el mantenimiento de este tipo de actividad económica a lo largo del tiempo y fijando a la población en su entorno rural y natural.