Profundo sentimiento religioso

Rafael Casas, Juan Espejo, Ángel González / Enviados especiales
En la misa presidida por el obispo vicario apostólico de Jaén, Santiago María García de la Rasilla Domínguez, a las siete de la mañana del domingo en la Catedral jaena, no cabe un alfiler. Los jaenenses son mayoritariamente católicos y muy practicantes, según confirma el propio prelado.
La mayoría de los jaenos se confiesa católica. Aunque hay presencia evangelista en la zona, su seguimiento es muy inferior al de la Iglesia de Roma. En Jaén de Bracamoros hay una importante presencia de los jesuitas, que tradicionalmente se encargaron de la labor pastoral. Además de la tarea evangelizadora propiamente dicha, la Iglesia desempeña una importante labor social en todos los sentidos. En muchos casos, cubre el importante hueco que no asume el Estado. 

Un obispo cercano y querido por los jaenos
El obispo vicario apostólico de Jaén, el jesuita Santiago María García de la Rasilla, recibió en la sacristía de la Catedral de Jaén de Bracamoros a los integrantes de la expedición de Diario JAEN con motivo de la cuarta actividad de la campaña “12 retos, 12 meses” con motivo del 70 aniversario de la creación del rotativo provincial. García de la Rasilla, madrileño de nacimiento, ha desarrollado toda su labor pastoral en Perú, desde que fue ordenado sacerdote, en el año 1967, y en noviembre de 2005 fue nombrado obispo vicario apostólico de Jaén. El director de JAEN, Juan Espejo, explicó el motivo de la visita, idea que fue celebrada por el prelado, quien apostó también por establecer algún tipo de cauce de colaboración con la Diócesis de Jaén. Una propuesta que, según aseveró, trasladó a Ramón de Hoyo con motivo de un encuentro anterior en el que ambos tuvieron la oportunidad de compartir inquietudes. El obispo explicó a los jiennenses el profundo sentimiento religioso de los jaenos peruanos, católicos practicantes en su mayoría. En la Diócesis del Nororiente del país desempeñan su labor evangelizadora cerca de una treintena de sacerdotes y más de ciento veinte religiosas. Asimismo, en el seminario no hay, al menos por el momento, problema con las vocaciones, ya que 62 jóvenes se forman actualmente para ser sacerdotes en el futuro. Asimismo, se cuenta con la labor desinteresada de 1.600 catequistas que se encargan de la formación. Reconoció, en cualquier caso, que entre los jóvenes se percibe un descenso de la práctica religiosa.
García de la Rasilla, que estuvo acompañado por el sacerdote jesuita sevillano Paco Muguiro, director de Radio Marañón, analizó los principales problemas sociales, entre los que destacó la inseguridad ciudadana, la violencia y la explotación de los menores, tanto laboral como sexualmente. Todo ello, en gran medida, debido a que se trata de una zona de tránsito. En cuanto a la ciudad, dijo que lo mejor de ella es su gente y que es necesario establecer mecanismos que permitan un crecimiento urbanístico ordenado, y no como el actual. Servicios como el agua potable aún son casi irrelevantes, ya que hay 32 comités de agua y sólo uno de ellos posibilita un suministro apto para el consumo humano. Manifestó la importancia del sector agrario, en especial del café. Explicó, en concreto, que este año su precio está alcanzando los 170 dólares el quintal, lo que repercute positivamente en la comarca, e hizo hincapié en la apuesta por la exportación. En el ámbito medioambiental, puso de manifiesto la preocupación por las concesiones mineras sin tener en cuenta a quienes habitan en estas tierras. “Quieren abrir la Amazonía al mercado y las consecuencias pueden ser fatales en tan sólo unos años”, sentenció. A raíz de la muerte, el 5 de junio de 2009, de campesinos y policías, se empieza a tomar conciencia colectiva de la necesidad de preservación del “pulmón del mundo”. Destacó que la Diócesis se acoge a proyectos de Manos Unidas, financiados por españoles, así como hay participación activa de diversas ONG en programas sociales.
El director de Diario JAEN, Juan Espejo, entregó al obispo una carta remitida por el deán de la Catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, en la que explicaba al prelado los encantos del templo renacentista y la aspiración por ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aprovechó la ocasión para invitar a monseñor Santiago María García de la Rasilla a que visite la Catedral en una de sus estancias en  España. Como recuerdo del encuentro, el director de Diario JAEN, Juan Espejo, entregó al obispo regalos de la provincia española, como aceite de oliva virgen extra, guías turísticas, aceite en minidosis y un cartel de la Catedral de Baeza. Por su parte, Santiago María García de la Rasilla regaló al periódico provincial una colección de cinco tomos sobre la historia de Jaén de Bracamoros, escrita por el sacerdote jesuita José Martín Cuesta, publicada en 1983.

La devoción al Señor de Huamantanga
Al igual que en ocurre en Jaén con  Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Abuelo”, el Señor de Huamantanga es la imagen a la que los jaenos profesan una intensa devoción. La talla es de un crucificado de grandes dimensiones y preside el altar mayor de la Catedral de Jaén. Es el patrón de la ciudad y su fiesta principal tiene lugar el 14 de septiembre. En su honor se celebra la feria de Jaén de Bracamoros, conocida en todo el departamento y en la que se dan cita miles de personas cada medidados de septiembre.
Al igual que en el caso de Nuestro Padre Jesús, no faltan las leyendas sobre el origen misterio sode la imagen. Algunas de ellas se recogen en el libro “Tupay Tupana y otros relatos del Alto Marañón”, obra de Ulises Gamonal, así como en el página web conociendo Jaén. “Contaban los abuelos que el milagroso Señor de Huamantanga fue encontrado por Shuape (actual Bellavista) a las orillas del Marañón enterrado en los arenales boca abajo. Auien lo encontró fue un leñador.  La imagen parecía de un hombre dormido. Cuando se animó  a despertarlo, se topó con la sorpresa de que era la escultura de Jesús tallada en madera. El leñador avisó a los vecinos del hallazgo realizado. Cuentan que la imagen era venerada en Loja y la trajeron sus devotos por las aguas del Río Chinchipe en un bote, que encalló por el sector las Plazas,  donde  se ubicaba el antiguo asentamiento de Jaén”, explica una de las narraciones. Otra versión es: “Cuentan que el Señor de Huamantanga lo trajeron de un pueblo ecuatoriano llamado “Huamantanga”. Su traslado fue en lancha a través de las aguas del Chinchipe. Dejaron a la imagen en el caserío Poronguitos. De allí sus fieles en solemne procesión lo trasladaron a Jaén, llegando  un 14 de setiembre, estableciéndose tal fecha como día central”.
La imagen tiene los brazos unidos por dos bisagras y no faltan leyendas que narran que se las cortaron en el traslado de la imagen hasta Jaén y que el carpintero que acometió tal trabajo murió inmediatamente después. Estas historias dicen que de los cortes brotó sangre y que se escuchó al Señor dar un fuerte suspiro cuando terminaron de realizar dicha operación. La imagen tiene fama de milagrosa más allá de las fronteras provinciales, por lo que es lugar de peregrinación.

Cinco olivos que echan raíces en el Perú
En los equipajes de los periodistas jiennenses que formaron parte de la expedición a Jaén de Bracamoros ocuparon un lugar destacado seis plantones de olivo con el objetivo de que, en el futuro, crecieran en tierras peruanas. Se trataba de un deseo expreso del director de Diario JAEN, Juan Espejo, quien consideró que el mejor símbolo de la provincia que se podía regalar era un olivo, por aunar, en sí mismo, una cultura milenaria y ser la base económica jiennense. La empresa, en principio, no era fácil, debido a la prohibición manifiesta de introducir especies vegetales foráneas en territorio peruano. En cualquier caso, por intentarlo que no quedara.
Los plantones fueron preparados expresamente para el viaje por el Centro de Jardinería y Ocio Luis Moreno S. L. L. Se trasplantaron en turba y la base de los seis olivos fue precintada para su transporte. Además, se les adjuntó un pasaporte fitosanitario para que constara su procedencia. Cada periodista integrante de la expedición recibió dos olivos: uno para llevarlo de la mejor manera en el interior de la maleta y otro para que formara parte del equipaje de mano, protegidos con bolsas para evitar, en la medida de lo posible, que sufrieran durante el largo trayecto.
El primero de los obstáculos se presentaba en Barajas, especialmente los que formaban parte del equipaje de mano. Tras pasar por el escáner, requirieron a Ángel González para que abriese uno de los bolsos, pero en ese equipaje sólo había ropa y unos pisapapeles que recrean un ejemplar de Diario JAEN. Curiosamente, el encargado de revisar el bolso era jiennense y se interesó por el motivo del viaje al ver los recuerdos del rotativo provincial. El acceso al avión se realizó sin problemas, por lo que el primer obstáculo estaba salvado.
Después de doce horas de vuelo y una vez aterrizado el avión, una azafata explicó por megafonía que algunos pasajeros tenían que pasar por aduana por algún problema con el equipaje. Entre ellos, el editor gráfico de Diario JAEN, Rafael Casas. Los periodistas tenían que hacer escala en Lima y tomar otro avión hacia Chiclayo, pero supuestamente las maletas se habían facturado en Madrid para que no hubiera que recogerlas en la capital peruana y se trasladaran directamente al avión con dirección al destino final. Por tanto, la situación no pintaba nada bien. Una vez en el aeropuerto, los periodistas se enteraron —casi por casualidad— de que no era posible que las maletas fueran directamente a Chiclayo, por lo que tuvieron que recogerlas y se obligaba a pasar de nuevo por el escáner. Las maletas y equipajes de mano superaron el control sin problema, con lo cual se aseguraban de que al menos cinco olivos iban a llegar a su destino. Por su parte, Casas tuvo que dar cuenta del olivo que iba en su maleta, que fue retirado por las autoridades peruanas. Se le entregó un papel para recuperarlo al regreso, si así lo deseaba.
Una vez en el aeropuerto de Chiclayo, los periodistas no tuvieron que pasar control alguno, por lo que la prueba del transporte estaba superada. Pero aún quedaba comprobar cómo habían llegado los plantones. En el hotel chiclayano, los sacaron de sus embalajes y comprobaron que los cinco olivos estaban en buenas condiciones, salvo una rama dañada en uno de ellos.
Una vez en la ciudad costera del Norte peruano, el siguiente paso era trasplantarlos en unas macetas. Frente al Mercado Modelo encontraron un puesto de venta de plantas que no tenía inconveniente en realizarlo. Para ello se compraron unos tiestos de plástico. Y se colocaron en la parte posterior de la camioneta, donde completaron el resto del viaje hasta Jaén de Bracamoros.
Dos de los cinco olivos que llegaron hasta la ciudad cajamarquina se entregaron al alcalde provincial, Jaime Manuel Vílchez Oblitas, quien aseguró que los trasladarían al vivero municipal y, posteriormente, se les buscaría ubicación. Un tercero fue entregado al profesor Luciano Troyes, al frente del proyecto “Gotas de Agua”. Este ejemplar tenía una rama rota, por lo que fue confiada al biólogo para que lo “curara”. El cuarto de los olivos fue a parar a manos del arqueólogo Melanio Delgado Soberón, quien ejerció de magnífico guía de la expedición jiennense durante la estancia en el Nororiente peruano, como muestra de sincero agradecimiento. Explicó que lo iba a plantar en un terreno en el que pretende crear un negocio de alojamiento rural. Finalmente, el quinto de los olivos fue a parar al huerto de la familia Alcántara Zapatel, propietarios del Hotel Prim’s, en el que se alojaron los periodistas de Diario JAEN durante su estancia en Jaén de Bracamoros, por sus atenciones constantes.
Pero, ¿qué paso con el sexto olivo? Siempre quedará la incógnita de lo que ocurrió con él, ya que los intentos por recuperarlo para traerlo de vuelta a España fueron infructíferos. El final de su historia queda abierto a la imaginación de los lectores.

La importante labor de Rosa Castellano
Detrás de la visita de los periodistas de Diario JAEN a tierras peruanas se encuentra el trabajo concienzudo de varios meses de Rosa Castellano, que, como si de un puzle se tratara, concretó todos y cada uno de los aspectos del viaje enmarcado en la campaña “12 retos, 12 meses”. Tras el encargo del director, Juan Espejo, para indagar sobre la existencia de un Jaén en Perú, dio con la página web Conociendo Jaén, al frente de la que se encuentra Ricardo Carranza. Tras enviarle un correo electrónico, este le reveló que fue un jiennense el que la fundó, el capitán Diego Palomino. Además, le facilitó el contacto de la Asociación Cultural Hijos de Jaén del Perú en Madrid, que preside Marino Fernández. Comenzó así una comunicación fluida con los miembros del colectivo jaeno, que tuvo como primer encuentro la celebración del aniversario de la Independencia de Jaén, en Madrid, el 6 de junio pasado. Fue a partir de esa cita en la capital de España cuando se agilizaron las gestiones para que una delegación de periodistas de Diario JAEN visitara la provincia jaena. Para ello, entre otros aspectos, se concretó la disponibilidad de amigos y familiares para acompañar al grupo jiennense durante los días de estancia en Perú. De ahí surgieron contactos como Melanio Delgado, Edita Vílchez, Luciano Troyes, Pilar Chumacero o Andrés Chancafe.
También se emprendieron contactos con la Embajada de España en Lima o con el Centro Español en el Perú. La respuesta fue siempre muy receptiva y colaboradora por parte de todos. A través del Sistema de Información Regional se consiguió contactar con las principales autoridades de Jaén, como el alcalde, Jaime Manuel Vílchez Oblitas y el gobernador provincial, José Parra. Poco a poco, surgieron más contactos, como el sacerdote Paco Muguiro, y otros facilitados por Soterio Fernández, jaeno residente en Madrid. De este modo, se logró dar forma a la apretadísima agenda que tuvieron que asumir los periodistas jiennenses, con jornadas maratonianas en las que poder reunirse con colectivos y autoridades y conocer, al fin al cabo, cómo es Jaén de Bracamoros. Paralelamente, también se concretaron los vuelos y las estancias en tres ciudades, Chiclayo, Lima y Jaén, así como otros aspectos relativos a la seguridad de los viajeros, como la necesidad que se les administraran diversas vacunas para evitar enfermedades desterradas o poco habituales en España, como el tifus, el cólera o la malaria.
En las últimas semanas antes del viaje, el tráfico de correos entre Rosa Castellano y los contactos fue de locura e, incluso, durante la estancia de los periodistas en Jaén, en la que los actos previstos inicialmente se multiplicaron. Con el regreso  a tierras españolas se puso fin a más de dos meses y medio de intensas gestiones para conseguir cumplir el reto propuesto para el mes de julio.

    04 ago 2010 / 09:54 H.