Podemos y las dos lunas

Sobran pobres y periodistas. Aquellos desheredados se empeñan en ensuciar con su miseria la postal del crecimiento y los otros ponen en duda la credibilidad de los señores. Conviene, por lo tanto, apartarlos de la acera. Y les cunde. El debate está a la altura de esta España del siglo XXI. Les llaman sugerencias políticas, ideas para debatir y si nos apartamos de su neolengua diremos, gráficamente, que nos enseñan los dientes. Los dominios del lobo. Por más que sea época de disfrazarse con piel de cordero, de ponerse tiernos, electoralmente hablando.

04 may 2015 / 10:14 H.


En el Ayuntamiento de Jaén, esta legislatura fue tan de cuchillo, tan agrios los plenos, tan poco edificantes, que en el último, formalidades electorales al margen, un grupo de concejales dijo adiós por la puerta pequeña de Imaginarium. Ni en el último instante, que es cuando se suele reconocer la valía del rival, hubo nobleza. ¿No se merecían, por citar dos nombres, Cristina Nestares (PP) o José Manuel Colmenero (PSOE) un gracias coral y con clase? Y eso que el alcalde Fernández de Moya subrayó que los jiennenses la tenemos larga, la memoria.
Al escuchar el relato de los que se van, más agrio que dulce, se valora la gran diferencia entre querer, dejar y, finalmente, hacer. Un abismo. Al alcalde, en todo caso, en clara versión “mouriñista”, lo que le interesa es ganar como sea y así mostró su plumaje en sesión plenaria. La victoria como fin y como discurso, aunque luego no se sepa dónde poner la copa.


El mundo político y el real discurren en paralelo y rara vez coinciden. La mayoría de las ocasiones, incluso, nos hacen dudar de cuál es el que pisamos. Juan Carlos Monedero, por ejemplo, estaba convencido de que pisaba terrenos orwelianos y se encontró, sin embargo, con una puerta de 1Q84. El líder intelectual de Podemos alzó la vista y comprobó que había dos lunas y eso desconcierta a cualquiera. Desde entonces no levanta cabeza. Como en la otra realidad de Murakami se siente rodeado de seres que encarnan el mal, en este caso su “Little People” particular es una conjura de poderes establecidos, entre los que también está, cómo no, la prensa. No obstante, en su carta de despedida el golpe certero es para Pablo Iglesias, al que culpa de estar más interesado en el debate televisivo que en el de los círculos. De casta le habla al galgo. El actual centrismo calculado de la formación casa poco con su discurso de barricada y ruptura. Como en la novela, hay que recordar el principio dramático de Chejov, si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado, en los siguientes habrá que dispararlo. O no prometas lo que no puedes cumplir. En ese terreno, entre la promesa ideológica y el posibilismo político se mueve hoy Podemos. Chunga tanta exigencia de éxito.

Los ediles entraron por la puerta grande y se van por la de Imaginarium.  Monedero le habla de casta al galgo de Iglesias. Su reino no es de este mundo vil de la política. Enésimo pacto anticorrupción, este fetén   

Hoy, Susana Díaz presenta en el Parlamento —mientras se rumia su investidura en los pasillos—, un nuevo paquete anticorrupción. Este es fetén, este es el bueno. Da igual que su gobierno hubiera aprobado una batería de medidas para acabar contra las manchas del sistema porque ahora cuenta con la rúbrica de Ciudadanos. Este dará a la política andaluza un blanco nuclear. Estoy deseando creer, pero por si acaso vigilo a la “Little People”.