Pasión y esfuerzo de las promesas del toreo jiennense

El tiempo en el que los jóvenes que soñaban con ser matadores de toros y se marchaban como maletillas a las puertas de Las Ventas en busca de una oportunidad pasó. Ahora, no es que sea más fácil llegar a ser toreros, pero, al menos, tienen la posibilidad de entrenarse y aprender sin moverse de su tierra. La provincia cuenta con dos escuelas taurinas, la de Baeza y la de Jaén, que tiene este año con unos veinte alumnos. Estos se esfuerzan a diario para no dejar pasar la oportunidad de cumplir su sueño cuando llegue. La próxima, para cuatro de ellos, será en esta misma Feria de San Lucas, el próximo domingo, cuando se celebre una novillada en clases prácticas en el coso de La Alameda.

    16 oct 2011 / 10:48 H.

    “Ser torero es muy difícil. Llegar a ser figura... un milagro”. Esta frase es lo primero que se encuentran los alumnos de la Escuela Taurina de Madrid cuando llegan. No es muy alentadora, pero sí bastante realista y también está muy presente en la retina de los alumnos de la escuela jiennense. “Para llegar a ser torero es necesaria mucha afición, ganas, esfuerzo en los entrenamientos y también suerte”, dice Antonio Sutil, mozo de espadas profesional y profesor junto con el banderillero Joselito Rus en las tareas de enseñanza de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén. Como el entrenamiento es esencial, practican tres veces en semana, martes y jueves por la tarde y las mañanas de los domingos, en la Plaza de Toros de La Alameda de Jaén. Estos entrenamientos se dividen en ejercicios eminentemente físicos, y entrenamientos técnicos. Los primeros son esenciales, ya que, según afirman sus profesores, estos jóvenes tienen que ser atletas de primer nivel para ponerse delante de un toro. Los segundos, son evidentes, son con los que aprenderán el llamado “toreo de salón”, desde entrar a matar a poner las banderillas. “Estas clases se complementan con charlas sobre los encastes de las ganadería porque conocer el toro es básico para un torero”, señala Sutil. El encargado de ofrecer estos conocimientos a los jóvenes es el secretario de la escuela, el veterinario Manuel Díaz-Meco. Después, entre los meses de enero y abril, llega el momento de las clases prácticas en el campo, cuando los jóvenes se trasladan a ganaderías para participar en tientas y ponerse, al fin, delante de los becerros.
    Los actuales alumnos de la Escuela Taurina  de Jaén, presidida por Francisco Gutiérrez, tienen entre 6 y 20 años. “No hay un mínimo para entrar. La cuestión es que para los más pequeños el entrenamiento físico no puede ser el mismo, pero está bien que se familiaricen desde pequeños porque lo aprenden todo con más facilidad. Una buena edad para empezar son los diez u once años”, dice Joselito Rus. “El tope está en los 21 años, porque es la edad máxima con la que pueden participar en los certámenes de las escuelas taurinas. Nosotros los podemos entrenar, pero no pueden utilizar estos festejos para dar el salto”, detalla Sutil.
    la escuela. La actual escuela taurina nació el  5 de mayo de 1997, gracias a la inquietud de un grupo de aficionados taurinos capitaneados por Francisco Gutiérrez Colmenero. Su creación surgió tras el vacío taurino de noveles ocasionado al desaparecer la antigua Escuela Taurina Tendido 1, a principios de los noventa. De esta salieron promesas que llegaron a resonar, primero como becerristas y, posteriormente, como novilleros, como los hermanos Netes, El Yiya, El Chico, Miguel Valero, M. Callejas, J. C. Galián y Juan Carlos García, que llegó a tomar la alternativa en Jaén de manos de Ortega Cano y Enrique Ponce. Otro alumno destacable fue el actual director artístico de la escuela, Joselito Rus, que toreó más de 125 novilladas sin picadores. Después, cambió el oro que en tantas ocasiones lució para convertirse hoy en día de hoy en uno de los profesionales de plata más reconocidos del mundo del toro. Ha tenido como jefes de filas a toreros como El Fandi, David Luguillano, Leandro, Dávila Miura, Curro Vázquez y, en la actualidad, Cayetano Rivera.
    La nueva escuela surgió con muchas ilusiones y no tardó mucho en dar sus primeros frutos y pronto empezaron a despuntar  toreros como Eduardo Ortega, actual director, Antonio Sutil, El Sombrerero, David Araúz, El Tibora, Juan Jesús Jaén, Omar Guerra, Miguel Hidalgo, Eduardo Jurado, Javier González y Curro Jiménez, hoy día únicos matadores de toros de esta nueva escuela. Estos fueron  alumnos que representaron en los inicios a la escuela taurina de Jaén por diferentes certámenes y novilladas de toda España. También han pasado por la escuela profesores como Juan Tirado, Florentino Luque, Curro Martínez y Saleri, hasta mayo de 2010,  cuando llegaron Joselito Rus y Antonio Sutil.
    “Esta escuela es una iniciativa privada que se mantiene gracias a una pequeña subvención de la Junta, el apoyo de entidades privadas y aficionados y el esfuerzo de los chavales. Por ejemplo, para el festejo que se celebró el pasado 17 de septiembre, vendieron papeletas de un sorteo con el que consiguieron fondos para sufragarlo”, destaca Sutil. Es importante destacar que los jóvenes no tienen que pagar matrícula ni material para su formación, ya que es la propia escuela la que les proporciona materiales, como los capotes, las muletas, las ayudas y los carretones de entrenamiento.
    Una de las oportunidades que tienen estas jóvenes promesas para demostrar su valía vestidos de luces son los encuentros de escuelas taurinas. Por ejemplo, este año se ha celebrado el XII Encuentro Andaluz de Escuelas Taurinas, que se cerró el 17 de septiembre y que reunió a 23 escuelas andaluzas. Durante su final, el jiennense Manolo Fuentes, representante de la escuela, arrancó una meritoria oreja en la Plaza de Toros de Chapín, en Jerez. También el pasado 25 de septiembre se celebró una becerrada en La Alameda para los alumnos de la escuela, en la que se lucieron ante 8.000 personas.
    En definitiva, todos lucharán por conseguir vestirse de luces, debutar y, si es posible, llegar a lo más alto como matadores. No todos lo conseguirán, pero así resume la escuela su filosofía: “La ilusión es convertir la escuela en una gran cantera de toreros, y los que no lo consigan, que sean grandes aficionados a la fiesta de los toros”. fotografías: Agustín Muñoz  texto: Pepi Galera