Miles de jornaleros temen quedarse sin su paro agrario
No son una bicoca. Cobrar 426 euros cuando no hay faena en el campo, no hace rico a nadie. Más bien, se trata de una manera de sobrevivir cuando no hay otra cosa. Miles de jiennenses se agarran al paro agrario cuando no hay aceituna que coger, ramas que podar, olivos que curar o ruedos que perfilar. Conlleva pagar “religiosamente” la cotización a la Seguridad Social durante todo el año y, luego, demostrar que, al menos, se han trabajado 35 días en el campo. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ratifica que 17.968 jiennenses cobraron este subsidio durante el mes de agosto —último dato publicado—, lo que da una idea de la importancia que tiene para las familias de aquí.
Sin embargo, ahora hay miles de personas que temen salir de la “rueda” —nada recomendable— de trabajar en el campo y cobrar la prestación cuando los agricultores no necesitan sus labores porque la campaña aceitunera es tan pequeña que puede que no ofrezca las peonadas necesarias. Generalmente, hacen falta 35, que ya se da por hecho que no se lograrán. El Aforo Oficial de la Consejería de la Agricultura estima que Jaén contará con 4,19 millones de peonadas menos respecto al año pasado porque la producción pasa de 751.000 toneladas a tan solo 270.000. Y con este contexto, se abre la “veda” para lograr un jornal.
La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, dijo que el Gobierno de España será sensible a la reducción de cosecha, por lo que su departamento articulará medidas con el Ministerio de Empleo —con las competencias sobre las prestaciones— para adaptar el número mínimo de peonadas a los requisitos de la producción. Sin embargo, lo hará cuando termine la recolección. Precisamente, esta afirmación ha desconcertado a sindicatos y a miles de jornaleros, que se hacen la pregunta: ¿Cuántos jornales hacen falta para lograr el paro? Como hasta dentro de unos meses no habrá respuesta, su obligación es buscar peonadas como “locos”.
Hace dos años, con una campaña similar, la barrera se puso en 20. Pero, puede que sea mayor o menor. El secretario general de Industria y Trabajadores Agroalimentarios de UGT, Antonio Marcos, asegura que no es algo nuevo. “Pasó hace dos años. Vimos que había personas que aceptaban cobrar incluso menos de lo que marcaba el convenio para conseguir las peonadas mínimas para el paro. Entendemos que este retraso se debe a una falta de sensibilidad del Gobierno. Si existe un aforo oficial que estima con precisión las peonadas, hay que decir dónde estará el listón para evitar que haya personas que se aprovechen de otras que necesitan las prestaciones para vivir”, dice Antonio Marcos.
No obstante, UGT, PSOE, la Diputación, la Consejería de Agricultura y muchos otros organismos defienden la eliminación de las peonadas mínimas o, dicho de otro modo, que cobre la prestación las personas que trabajaron el año pasado y hayan pagado su cotización a la Seguridad Social, que denota que son jornaleros en activo.
En cambio, el horizonte apunta a una realidad diferente. Como no se sabe dónde estará la barrera mínima, muchas personas piden y hasta suplican a algunos olivareros que los contraten para ganarse la vida en la campaña y no perder el paro. Y con este caldo de cultivo, las mujeres lo tendrán muy difícil. Por eso, los jornaleros intentan meter en las cuadrillas a sus mujeres, hijas y hermanas a fuerza de hacer otras concesiones. Miles de familias lo necesitan. Por eso, ahora se pelea, se pide y hasta se suplica.