La metamorfosis

Cuando Rosa Díez se despertó aquella mañana, luego de un sueño agitado, se encontró sobre su cama convertida en un monstruoso insecto.

13 abr 2015 / 09:53 H.

Así arrancaría “La metamorfosis” de UPyD que padece una lenta y dolorosa transformación mortal. De la crisálida que buscó un lugar entre los grandes partidos, con unos pilares éticos con los que sobrevolar a los grandes paquidermos del bipartidismo, a un doloroso desmembramiento. De larva a estado comatoso en un suspiro político. La carismática líder se siente engañada por sus compañeros que se van “al sol que más calienta”, como unos insectos cualesquiera. Aunque bien haría en aclarar qué luz ciega su camino al margen del evidente personalismo.

En Jaén, el consejo local dimitió y el candidato a la Alcaldía, Luis Serrano, renunció también ante lo que consideran una “gestión deficiente del partido”. Una acción previsible a tenor de las reacciones por los resultados andaluces y la asunción de responsabilidades que exigían a la cúpula nacional. El excoordinador de la formación Enrique Cabecerans firmó el certificado de defunción en Jaén una noche de jueves. El secretario de Organización Mario Liébanas ya lo hizo antes. Atrás queda un trabajo intenso, con mucha ilusión, pero en Jaén capital solo dio para 5.181 votos frente a los 21.366 logrados por Ciudadanos que, a duras penas, cerraban la candidatura con un trotamundos de la política municipal como Andrés Blázquez, que tras su paso por Baeza Independiente y, posteriormente, en el PP encuentra su lugar en el mundo político en Ciudadanos.

Naves pescando en el mismo caladero ideológico y, al final, la nueva embarcación es la que más capturas consigue. La memoria es frágil y la tiranía de la novedad convierte en vieja ¿a la formación o a su líder? El patrón Albert Rivera, en una buena jugada, pretendía no solo unir fuerzas, sino lograr la presencia sostenida que UPyD se curró durante estos años en pueblos y ciudades como Jaén. Ahora el trasvase a Ciudadanos es cuestión de tiempo y formas.

Díez se siente como Gregor Samsa, el personaje de la novela de Kafka, que una vez emprendida la transformación, todos, los más íntimos, le van dando de lado.

Está herida, como aquel, aunque su tenacidad-tozudez es de sobra conocida. La desbandada es generalizada y a unos de los azotes de la corrupción española de los últimos años solo le queda el asidero moral del grupo de intelectuales que crearon el partido con ella. En función de encuestas y estados de opinión, a los partidos emergentes les está sentado mal el parón. Cómo retomar la tensión en lo que queda de tramo electoral para mantener viva la llama del cambio será fundamental si quieren llevar la voz cantante. La formación magenta, como otras tantas estrellas fugaces, puede tener una larga estela o corta, pero es evidente que con su brillo ha molestado y mucho el “status quo” de los grandes partidos, tan acostumbrados a dictar reglas de juego que siempre les favorecen. Pero ¿qué harías tú si al despertar fuera un insecto en tu pared?

 

 

El AVE como causa de una desidia histórica contra la provincia

Los empresarios abanderan lo que pretende ser un frente común contra el ostracismo inversor que padece esta tierra. Los últimos planes de inversión del AVE son la espoleta para poner el grito en el cielo sobre el déficit histórico que tiene la provincia. Ahora habrá quien intente sacar rédito político a la acción, lástima que cuando estuvieron en el Gobierno central no hubieran hecho algo más. Porque tanto el PSOE como el PP, con sus sucesivos gobiernos, nos dejaron donde estamos: en un andén sin trenes. Ahora no quieran coger sitio tras la pancarta.