La fuerza del agua

 

Ha causado estragos, daños materiales y algunos personales, como los vecinos aislados en las aldeas de Santiago-Pontones. Pero podría haber sido una catástrofe. Un apunte para hacerse a la idea: El caudal circulante en el Guadalquivir a su pasó por Mogón era de 120 metros cúbicos por segundo, el Tranco evitó que circulasen 700.


La fuerza del agua volvió a mostrar la mayor de las virulencias durante el fin de semana; precipitaciones que de no ser porque los jiennenses arrastraban un año hidrológico pasado por agua —el 2012/13— hubieran pasado a la historia. Zonas como Cazorla o La Bolera superaron, en apenas 48 horas, los litros acumulados durante todo el mes de febrero. La cifra máxima se quedó en los 210 contabilizados en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Una ingente cantidad de agua que hace gala de su cara más amable en los senderos que recorren la provincia. La Nava de San Pedro, el Cerrado del Utrero o la Cimbarra son solo algunos de los lugares de obligada visita durante el próximo fin de semana, que, si nada lo impide, será más parecido a la primavera que al invierno. Porque la normalidad poco a poco regresa a la provincia, que ya mira al futuro con ganas de ver el sol.


Pero toda moneda tiene dos caras, y el temporal del fin de semana también mostró su lado más oscuro. Uno de los peores azotes se lo llevaron, sin duda, las pedanías de Coto Ríos y la Loma de María Ángela, dependientes de Santiago-Pontones. Al cierre de esta edición, lograban descansar, un reto nada fácil de alcanzar, como se comprobó a lo largo de toda la jornada. Para empezar, algunos los escolares no pudieron acudir a clase, el agua anegaba la carretera que comunicaba con Coto Ríos, donde se ubica el centro educativo. Solo disfrutaron de su jornada lectiva los pequeños de ese núcleo poblacional. Además, 28 vecinos de la Loma de María Ángela —la zona que se quedó aislada— fueron evacuados durante la mañana. La única forma de acceder era a través de la pista forestal del camping Llanos de Arance, una labor peligrosa. Momentos complicados se vivieron con aquellas personas que querían salir y tenían complicaciones o debían esperar. Según explicó la Policía Local a Europa Press, había una niña con fiebre que, finalmente, pudo ser trasladada al centro de salud del municipio. Poco a poco se llevó a cabo la salida, en constante colaboración con Protección Civil y el servicio de Emergencias 112.


Los vecinos fueron despertando, así, de una pesadilla que comenzó el domingo de madrugada. Pero no hay que perder de vista que para los residentes de las pedanías este mal sueño no es ninguna novedad. Lamentan que, una vez más, se vean en una tesitura que se podía haber evitado. El alcalde de Santiago-Pontones, Pascual González, que se desplazó hasta la zona junto con el alcalde pedáneo, José Palomares, y el delegado de Agricultura y Medio Ambiente, Julio Millán, fue el primero en reclamar la construcción de alternativas para que el agua no cause estos daños. Se lo pidió a Millán, y hará lo propio hoy con el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, que visitará la zona.
Y si mal lo pasaron los vecinos, los turistas del parque natural también se llevaron un susto. Según explicó el alcalde, unos 400 visitantes dejaron las instalaciones rurales durante el fin de semana, avisados por los propietarios de los establecimientos. Algunos optaron por regresar a casa, mientras que otros fueron realojados en otros complejos hoteleros. Sin embargo, los menos precavidos, unos 40, también tuvieron que ser evacuados. En este caso, los trasladaron a sus lugares de origen. Pascual González ironizaba con el hecho de que el punto más lejano al que llegaron fue a Cádiz, donde llevaron a uno. Lo hacía cuando eran cerca de las nueve de la noche y todavía le quedaban dos horas para llegar a Santiago-Pontones tras una maratoniana jornada que hoy continuará. Lo hará con las tareas de limpieza de los badenes del río.


Por su parte, Julio Millán recordó que la Junta movilizó a agentes forestales y personal del Plan Infoca para ayudar en las tareas. No solo eso, sino que se mantuvieron reuniones con administraciones y afectados para empezar a cuantificar los daños. “Se está haciendo una primera valoración para, a partir de ahí, ver las acciones que son pertinentes sobre unos equipamientos, como camping o kioscos, que son de la Junta y los tiene en concesión” puntualizó el delegado.
Los que también intentaron olvidar el susto fueron los residentes de Mogón. Presenciaron una crecida histórica del río Aguascebas, que anegó los bajos de varias casas. Durante el día de ayer, mientras achicaban agua, vieron como, poco a poco, fue creciendo el río Guadalquivir, algo que ahora no miran con el mismo terror de antes. Y es que, como reconoce la propia Confederación Hidrográfica a través de un mensaje en Twitter: “La obra realizada por la CHG funcionó a la perfección y ha evitado inundaciones en la zona de La Barquera”.

04 mar 2014 / 10:25 H.