José Luis García-Lomas: “Es mi último mandato; hay que encontrar a un sucesor”

El presidente de la Caja Rural de Jaén se presenta hoy a la asamblea para optar a la reelección.

14 abr 2015 / 09:28 H.

Es la única candidatura, por lo que se espera que cuente con todo el apoyo. Presenta una cooperativa muy saneada y totalmente implicada con la sociedad

—Como presidente de la Caja Rural, ¿en qué posición lleva a la cooperativa a la asamblea en la que opta a la reelección?—Llegamos con una caja completamente saneada. Es una de las principales entidades financieras de España. Estamos muy contento porque hemos abierto cinco oficinas en la provincia de Córdoba y se ha logrado la gestión de la cartera de activo y pasivo de un grupo cooperativo tan importante como Covap. En Jaén ya no tenemos hueco para crecer más porque estamos en todos sitios, por lo que hemos buscado otros lugares.


—Cuando el mensaje era el de la fusión bancaria ustedes decidieron mantener la autonomía. Ahora, al ver cómo ha quedado el nuevo escenario. ¿Está satisfecho con la decisión que adoptó la Caja Rural de Jaén?  
—Estoy muy contento. Nos hubiera pasado lo mismo que a otras cajas rurales, que han acabado desapareciendo. Nuestros activos y pasivos se los hubieran quedado otros, que seguro que no habrían tenido la atención que ofrecemos a nuestra tierra, que es Jaén. No nos equivocamos con la decisión y ahora nos sentimos muy orgullosos de haberla tomado.

—¿Cuál es el secreto de mantener la Caja tan saneada?  
—No hay secretos. Se trata de hacer las cosas bien. Nos dedicamos poco a la construcción y lo que hemos hecho tampoco nos fue bien. Por fortuna, invertimos muy poco, que ha sido el mal de muchas entidades financieras.

—Corren tiempos en los que la sociedad rechaza las entidades financieras. En cambio, a ustedes en Jaén, por lo general, la ciudadanía les tiene aprecio. ¿Cómo lo consiguen?  
—Eso es porque José Márquez es un tío simpático y lo hace muy bien (ríe). Nos ven como una entidad de cercanía. Somos los únicos de Jaén y la gente lo percibe. Las personas entran con mucha confianza. Las cosas las resolvemos en Jaén y conocemos perfectamente a las personas. También, a través de los convenios con colectivos, estamos en muchos sitios, como en colegios profesionales, en la Universidad, en Ferias Jaén y hasta en los taxis, entre otros. Nuestra financiación resulta mucho más barata porque no repartimos dividendos, como los bancos. El dinero que ganamos lo metemos en reservas para hacer más fuerte la entidad. Preferimos ganar menos y apoyar a la sociedad. A la Fundación le donamos un millón de euros al año.

—Se presenta a la reelección. ¿Se ve con ganas y energía?
—Claro que sí. Todavía me enfado y grito (ríe). Además, lo hago con confianza y muchos retos. Nos presentamos el mismo consejo. Hay tres personas nuevas debido a las vacantes que se han producido en este tiempo.

—¿Qué le pide usted a los consejeros que le acompañan?  
—Que la Caja Rural siga en auge y no tengamos dificultades.

—¿Se siente orgulloso de su equipo y de sus trabajadores?  
—Sí. La verdad es que mucho. Siempre hay alguno que no es tan bueno como debería (ríe). El 99,9% de los trabajadores son magníficos en su trabajo.

—¿Recuerda cuando fue elegido por primera vez?   
—Claro que sí. Estaba destinado en Iznalloz como profesor y me llamaron de la Caja para que formara parte del consejo como interventor de cuentas. Luego, dimitió Domingo Solís y ocupó su puesto Álvaro López, que estuvo algunos meses. Yo era vocal tercero, pero por los estatutos me nombraron vicepresidente. Dimitió el presidente y ocupé su puesto. Se hizo una asamblea y lo ratificó. No obstante, no estábamos contentos con algunos consejeros, por lo que hice dimitir al consejo y convocar unas nuevas elecciones. Hubo hasta notarios para el recuento de los votos en una nave del polígono. Recuerdo que alumbramos el escrutinio con las luces de los faros de los coches porque la nave no tenía luz.

—Usted que es catedrático de instituto. ¿Qué ha aprendido de la Caja Rural de Jaén?  
—A mí siempre me han gustado las finanzas. Murió mi padre y me tuve que dedicar a organizar a mi familia. Teníamos acciones y me volqué en este tema. También leí y estudie mucho.

—¿Qué le gusta que la gente aprenda de usted?  
—Solo dos cosas. La virtud de trabajar y que sean buenas personas. La gente que no trabaja va mal y también resulta una mala influencia para sus empresas.

—Comienza una nueva etapa ¿Cuáles serán las líneas estratégicas que pondrá en marcha?  
—El periodo es el más difícil por las reformas que están en marcha en el sistema financiero. Aún no sabemos cómo quedarán. Esperamos seguir así y abrir más oficinas en Córdoba, Madrid o Barcelona. Estoy dispuesto a buscar locales hasta en Sevilla. Mi objetivo es continuar creciendo. También mantener la implicación con nuestra sociedad. El dinero que se coge en Jaén es para Jaén, bien en crédito, obras benéficas o sociales.

—Va a ser reelegido por seis años. ¿Será su último mandato?  
—Eso segurísimo. Será mi última elección y me marcharé.

—¿Se plantea el sucesor?  
—Hay que buscarlo. Me gustaría que fuera joven, pero no está ni decidido ni pensado. Hay que mirar y la asamblea después decidirá.