De vuelta a la primera línea



De estar en todas las quinielas periodísticas y también políticas cada vez que había movimiento de sillas en los consejos de Gobierno de la Junta, Felipe López pasó a una retaguardia activa en el Senado, en lo que parecía un punto de no retorno a su carrera política en primera línea. El Senado en España es, en ese sentido, un fondo de armario de trayectorias más o menos ejemplares que los partidos dan por amortizadas. Salvo en contadas ocasiones, el camino es de vuelta y llega hasta la línea de fuego.

22 jun 2015 / 17:27 H.

Ajeno a los boletos azarosos, a los equilibrios de poder territoriales y, en definitiva, a condicionantes incontrolables, el que fuera presidente de la Diputación Provincial de Jaén durante 15 años siempre ha sabido darle valor político a los puestos que jalonan su currículum. Una forma de destacar en el trabajo, sea la tarea encomendada de largo recorrido, como la del organismo provincial, o breve y circunstancial. En una dilatada trayectoria pública, saber convivir con astros, estrellas fugaces o cometas políticos también es una cualidad que no se debe desdeñar. Bailar, sin perder el aplomo, por más que la pareja de baile política no sepas si está por la labor de cuadrar la coreografía o perder a los puntos. A este Fred Astaire, de discurso elegante, no se le descompuso la figura cuando tocó bajar a galeras a remar a petición del partido. Siguió a lo suyo. Frente a los que se empeñaron en susurrar que se le había pasado el arroz para un puesto en el Gobierno andaluz, la receta alcalaína del arroz caldoso, a fuego lento.  Un “homo politicus” que no se quita el traje desde que arrancara su dimensión pública como concejal y alcalde a finales de los ochenta. Dispuesto a librar batallas en cualquier terreno, vendiendo la marca Jaén en cualquier foro, y predicar con el ejemplo de hacerlo desde aquí. Una tozudez, a veces incomprendida, de querer seguir con los pies en su tierra.

En semanas en las que la reputación política se mide en el “timeline” de Twitter y en los que los mensajes borrados cotizán más que los hechos, el pasado en forma de hoja de servicios también puede volver para valorar una trayectoria pública. El cariño orgánico al PSOE provincial que supone el nombramiento por parte de la presidenta Susana Díaz de un jiennense como consejero de Fomento y Vivienda tendrá que venir con el documento adjunto de inversiones que requiere esta provincia y que conoce bien quien la gobernó y la proyectó turísticamente. Aunque la diezmada hoja de ruta presupuestaria incline la balanza al lado de la política social, con una nueva normativa para evitar desahucios. Acción política de primera, no obstante, pero que no requiere de despliegue inversor.
La otra cara de la moneda de los cambios de gobierno es Elena Víboras, a la ya exconsejera de Agricultura, le tocó la “patata caliente” de un sector en el que a ella le penalizó la denominación de origen jiennense. A las primeras de cambio, los que se opusieron desde Almería a este nombramiento blandieron discurso para polarizar querencias. No tardó mucho la presidenta en contentarles y María del Carmen Ortiz ya pone voz al pujante sector hortofrutícola. Cuestión de equilibrios o de bailes.

 

Liberaciones como peor tarjeta de visita

Flaco favor a la causa de la renovación política los argumentos esgrimidos por la líder de Ciudadanos Salud Anguita a la hora de “negociar” las liberaciones de sus concejales en el Ayuntamiento de Jaén. A las primeras de cambio sacar a colación el “vil metal” con la que cae en el Ayuntamiento jiennense es sintomático. La carrera política no siempre da para buscar una colocación estable y convendría ampliar las opciones laborales. En cualquier caso, los quebraderos de cabeza para el alcalde solo acaban de empezar. Y los movimientos previos a la constitución del Ayuntamiento, la antesala de otras negociaciones que vendrán.