Cuentos de tradición oral

Hay candidatos que se desnudan y se tapan los genitales con una rosa para hacer campaña y otros que tras la noche electoral no encuentran ropa con qué taparse. Resacón en San Telmo. Por mor de la estabilidad o por una parranda mal cerrada, Susana Díaz tiene a dos expresidentes de la Junta de Andalucía como dos peleles en manos de Ciudadanos y Podemos, que se disputan el trofeo de mantearlos en la plaza del pueblo.

27 abr 2015 / 10:00 H.

Con una dignidad torera tardía Griñán reconoció abiertamente el fraude y salió a los tercios, con montera en mano, e hizo su desplante. A falta de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su actuación en los Eres, dijo su última palabra política: Me voy. Y casi como un tango a media voz se lamenta retóricamente: “¿Qué más quieren que haga?”.

Ahora poco más, lástima que un presidente con la cabeza bien amueblada no hubiera hecho algo antes. Cuestión del tempo que marca la diferencia también entre los toreros. Arrimarse o no en aquel preciso instante, y, luego, claro está, el toreo de salón. Pero, mientras enfila el callejón, el eco de un descabello: “¿A qué han renunciado los demás?”. En la pregunta está su condena, su reconocimiento de culpa, pero, sobre todo, un empujón a Chaves a la arena política que es de los que causan afición. A él, no obstante, siempre que se le interpela a cuenta de los Eres pone cara de recién levantado. Como si el cuento no fuera con él.

Pero volvamos a esas noches electorales, con sus efectos secundarios, pérdidas transitorias de memoria sobre lo que se hizo, se dijo... Porque hombre precavido vale por dos, Fernández de Moya, tiene un antídoto para el día después. Un remedio casero. Por un lado dice que su encuesta le asegura una “amplia mayoría social” y por otro, que no descarta “pactar para frenar a la extrema izquierda” con rabo rojo. El cuento del lobo. Ahí está en el mismo párrafo un ejercicio de funambulismo de primera. Porque es de sobra conocido que por unos votos de más todos son capaces de vender su alma al diablo. Lo que se llama arrebato contra natura o promiscuidad postelectoral. Escrito queda que la historia, en ocasiones, está cogida con pinzas. El instinto de supervivencia se agudiza y, lo dicho, menos vergüenza que un gato en una matanza. Maíllo, aún no repuesto de la paliza del 22M, llegó a Jaén para presentar las candidaturas de una Izquierda, presuntamente, Unida. En la capital ya no es cisma, sino falla, la que se abre entre la vieja guardia y los heterodoxos, de los que diez miembros se han integrado de facto en Jaén en Común, entre ellos Pablo Foche, el solitario edil de IU en el pleno capitalino. Muy difícil para el electorado seguir la narración de esta izquierda que no encuentra su sitio.

Para no abandonar esta rica tradición de leyendas, cuentos y otras historias, cómo no citar a los dos nuevos personajes emergentes de la política nacional: Martínez Pujalte y Federico Trillo (Hansel y Gretel). Desdichados que tienen que ir al bosque de las finanzas para poder comer, salir de la pobreza y ayudar a sus familias. Y nosotros encantados de sus andanzas porque siempre se aseguran un final feliz.